Aunque es más fácil adelgazar corriendo que seguir una dieta, para adelgazar, sólo salir a correr no es suficiente, pero dejar de comer tampoco es la solución. Por tanto, aunque salgamos a correr cada día para adelgazar, sí que tendremos que hacer algunas modificaciones en nuestros hábitos alimenticios o no conseguiremos nuestro objetivo.
1. Consumir menos calorías. Nuestro cuerpo almacena las calorías excesivas en forma de grasa corporal. Así que para adelgazar, es necesario consumir menos calorías o quemar energía. Durante la primera media hora de ejercicio, el cuerpo consume las calorías aportadas por la alimentación, y a partir de aquí consume grasa acumulada que es la reserva de energía y está disponible para ser consumida.
2. No saltarse ninguna de las comidas. La digestión ayuda a quemar calorías por lo que comer a menudo ayuda a tener un gasto energético constante, por tanto es importante no estar más de tres horas sin comer. Si el cuerpo nota que no le estás dando comida, entra en un estado de alarma y automáticamente hará más lento tu metabolismo, con lo que dejará de quemar grasa.
3. Comer de 3 a 5 piezas de fruta al día -a excepción del plátano y los aguacates-, dos raciones de vegetales al día, ya sean verduras o legumbres, hervidas o en forma de ensalada. Es importante darle prioridad al pescado, siendo óptimo ingerir 3 o 4 raciones a la semana, y minimizar las carnes rojas.
4. Beber agua y dejar de lado bebidas alcohólicas y refrescos azucarados.
5. No obsesionarse con el peso, ya que puede que incluso la balanza nos haga una mala pasada y pesemos antes de empezar a correr. Esto será debido a que habremos perdido grasa pero ganado músculo, ¡y el músculo pesa más que la grasa!