5 consejos: qué ponerse en la montaña

5 consejos: qué ponerse en la montaña

Ahora que empieza el frío  a muchos nos surgen dudas sobre cómo ir vestidos cuando vamos a disputar un trail o simplemente salimos a entrenar por montaña. Dudar entre ir más o menos abrigados, llevar un tejido u otro o bien, prescindir de más o menos peso, es una máxima que se repite con frecuencia en nuestra rutina y, sobre todo, es algo que se hace muy molesto cuando corres, si no aciertas y acabas pasando frío o, todo lo contrario, te achicharras y pasas calor. ¿Cómo tengo que vestirme pues? A continuación, te detallamos los aspectos más importantes de tu kit de trail running en invierno antes de salir de casa y lanzarte a una nueva aventura por la montaña.

Dicen los expertos que para que nuestro rendimiento sea óptimo en carrera, desde un principio, nuestro cuerpo necesita mantener una temperatura corporal constante que se denomina, el equilibrio térmico. Éste se sitúa aproximadamente entre los 36,5º y los 37º durante el ejercicio, una temperatura que en invierno puede ser fácil de perder debido a las bajas temperaturas ambiente y sobre todo, en zonas de mayor riesgo, como suele ser la montaña y la mayor altitud. A la hora de decidir qué ropa utilizar, pues, tendremos como objetivo mantener esta temperatura constante y conseguir un equilibrio o término medio.

Pasar calor, dentro de lo que cabe suele tener fácil solución: nos quitamos capas (si llevamos más de una) hasta que nos quedamos con la primera, la cual si es muy gruesa nos acordaremos de ella durante todo el recorrido. Sobre todo, si nos roza o no transpira. Sin embargo, pasar frío es bastante más molesto y en función de la distancia y las circunstancias, puede convertirse en un serio problema.

Teniendo en cuenta esto, es importante saber bien cómo equiparnos, ya que aunque el trail forme parte del deporte más antiguo del mundo, correr, el contexto en el que se desarrolla difiere mucho del clásico running: existe mayor altitud, más humedad, más viento y mayor probabilidad de chubascos/nieve y se desarrolla en un ambiente de temperaturas más bajas. Sabedores de esto, tendremos en cuenta 5 reglas que nos serán útiles recordar y que podemos aplicar a una carrera o entrenamiento estándar:

1.- Siempre usaremos más de una capa de ropa cuando salgamos a correr, sobre todo, en carreras o entrenamientos de distancia más larga, donde se puede llegar a la hipotermia. Con el uso de diferentes capas, aumentamos el aislamiento del frío y propiciamos que el aire que se genera entre éstas no se enfríe. Además, el juego de capas nos permite regular o personalizar la temperatura con facilidad, al permitirnos añadir o quitar una prenda u otra durante la carrera.

Por regla general y en base a la teoría, en invierno utilizaremos 2 o 3 capas - de diferente tipología - en función del frío, aunque algunos corredores experimentados prefieran ir tan sólo con una de inicio a fin, ya sea de manga corta o larga:

2.- No iremos excesivamente abrigados por miedo a…, esto es, saldremos a correr con la ropa que llevaríamos si fuera hiciesen 10º más. Que tengamos que llevar más de una capa no quiere decir que tengamos que ir vestidos con las 3 capas o sencillamente, con 3 capas gruesas o incluso con más por miedo a resfriarnos.

Correr con demasiada ropa es un error común que cometemos para, intencionadamente antes de salir, evitar tener frío. Sobre todo, aquellas personas que se inician en el trail running, creen que van a pasar mucho frío y se rebozan de prendas que no son necesarias. Precisamente, el ir abrigado en exceso se convierte en un hándicap al generar más sudor, más peso y excesiva temperatura corporal a medida que nuestro cuerpo se calienta tras el paso de los primeros minutos. Aunque al inicio creamos que hemos sido demasiado atrevidos o directamente, sintamos frío tras empezar a correr, pronto nos daremos cuenta de que hemos acertado, seleccionando bien la ropa y cantidad de prendas a llevar.

3.- Nos olvidaremos de hacer uso de prendas de algodón, ya que éste es un material poco transpirable y que mantiene la humedad. Intentaremos, siempre, utilizar ropa ligera que transpire y que absorba con rapidez la humedad. Si no, tomamos el riesgo de correr con molestias durante todo el recorrido y pasar frío al mínimo golpe de viento que recibamos o cuando nos detengamos para descansar o tomar avituallamiento.

4.- Nos aseguraremos de mantener las extremidades calientes desde un principio. Es decir, las manos, los pies, el cuello y la cabeza, ya que es por donde podemos llegar a perder hasta un 35% de nuestro calor corporal, sin apenas darnos cuenta. Y en invierno, no podemos tomarnos este tipo de licencias.  

5.- Seleccionaremos prendas de tonalidad oscura, a diferencia del verano, ya que estos colores absorben eficazmente los rayos solares, incluso si el cielo está encapotado o el ambiente es muy frío. Ésta es una pequeña ayuda que nuestro cuerpo agradecerá.

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