Si algo preocupa a la población, es la salud y sobre todo el peso. Tanto preocupa que hay cantidad de dietas que te prometen adelgazar, perder peso en un tiempo record, suplementos para la absorción de la grasa de los alimentos y otros tantos milagros de la naturaleza para “conseguir” estar delgad@. Y también surgen los típicos mitos, mucho de ellos falsos y que no prometen lo prometido. Sobre estos supuestos mitos es de lo que hablamos a continuación. Sobre los mitos que nos han hecho creer pero que en realidad son falsos.
Si comes tarde por la noche, ganarás grasa
Seguro que has escuchado lo de que comer a partir de una hora X por la noche, solo te conducirá a ganar grasa corporal porque te irás a dormir con el estómago lleno sin haber gastado las calorías ingeridas. Puede ser falso. Un reciente estudio llevado a cabo en el Dunn Nutrition Center ha concluido que no hay ninguna correlación entre los participantes con grasa almacenada y el momento en que comieron por última vez antes de irse a la cama. Con lo que si hay cierta verdad de este mito es si comes alimentos con alto índice de grasa, como patatas fritas, chocolate, helado y otros muchos, a altas horas de la noche. Otro aspecto es si comes viendo la televisión, no prestando atención a la cantidad que ingieres y terminas comiendo más de lo que necesitas. Pero si cenas “relativamente” tarde pero una cantidad limitada, no te preocupes por aumentar la grasa de tu cuerpo.
Las dietas para perder peso y no recuperarlo
Entre las últimas características de las dietas milagro, prometen perder peso sin volver a recuperarlo. Otras de las cosas de la dietas milagros… Aunque todas ellas prometen perder peso rápidamente, todo tiene su efecto rebote multiplicado por dos y a largo plazo. Tras terminar con una dieta estricta y haber perdido el peso prometido rápidamente, cualquier ingesta de comida fuera de los parámetros de cantidades que te haya mantenido a raya durante ese período de tiempo, volverás a ganar el peso. Y cuando las dietas ya sugieren que dejes de comer cierto grupo de alimentos específicos de tu dieta, de sano tiene poco, porque estás privando a tu cuerpo de ciertos nutrientes que se absorben con alimentos determinados. En lugar de ceñirte a una dieta no estudiada, limita las cantidades y haz un poco de actividad física durante el día.
Elimina los lácteos para perder peso
Los alimentos lácteos como el queso, la leche entera y otras formas de productos lácteos son temidos por las persones que quieren adelgazar, pero eso era hasta ahora.
Investigadores del Instituto de Nutrición de la Universidad de Tennessee en Knoxville descubrieron que los alimentos con mucha cantidad de calcio pueden disminuir la grasa corporal ya que este nutriente puede ayudar a fomentar la quema de grasa. Pero que el calcio sea el propio de los alimentos ya que también concluyeron que los suplementos de calcio no tienen los mismos beneficios para la quema de grasa.
Puedes comer todo lo que quieras si haces ejercicio
A pesar de que muchos optan por cualquier tipo de comida –sobre todo comida rápida- por el simple hecho de practicar algún tipo de deporte o realizar actividad física a lo largo del día, no todo vale en este mundo para mantener la línea. Todo es cuestión de matemáticas. No podemos consumir 100 calorías e ingerir 1000 calorías sin pretender aumentar de peso por el simple hecho de que ya nos hemos movido. El deporte siempre ayuda a mantenerse en la línea pero teniendo en cuenta estas simples matemáticas.
Tampoco sirve el hincharse a comer o comer guarrerías para después decir el típico y tópico “Da igual, lo voy a quemar en el gimnasio” –o pensarlo-. Por lo que si crees que por hacer algo de ejercicio tienes vía libre con la comida y quieres estar sano, no vas por buen camino.
Evita los carbohidratos
¿Cuántos habéis escuchado lo de dejar los hidratos de carbono si lo que quieres es adelgazar? Sucede lo mismo que con el caso de las proteínas, en el que evitamos cierto tipo de nutrientes que luego son contraproducentes para nuestra salud y que, además, no son aconsejables. Y menos lo de olvidar los carbohidratos ya que este tipo de nutriente son nuestra fuente de energía más importante de nuestro cuerpo y por mucho que escuchemos, no es una opción para eliminarlos de la dieta a largo plazo. Lo que sí es que puedes limitarlos, pero nunca suprimirlos del todo. La moderación es la clave. También puedes sustituir los carbohidratos procesados por saludables como la quinoa, los granos integrales, la avena, etc.