6 claves para empezar a correr
Has observado cantidad de gente corriendo por todas partes: des del paseo marítimo, pistas de atletismo, calles, parques públicos y por la montaña. Y te has preguntado: ¿Qué verán en esto de correr? Hasta que un día, te decidiste a probarlo. O tal vez todavía no te hayas decidido, pero quieres hacerlo.
Antes de todo y para conseguir salir sano y salvo de tu primer salida de running, es necesario que sepas unas cuántas cosas, sobre todo si quieres continuar saliendo y engancharte a esta práctica deportiva.
1. Tómatelo con calma
El running es un deporte que castiga mucho las articulaciones y los músculos por culpa del impacto constante contra el suelo. Al igual que en los inicios de otro deporte, en las primeras sesiones puede que no te encuentres a gusto, tanto si llevas tiempo sin practicar ningún deporte como si eres deportista habitual de otra disciplina. Hasta que logres encontrarte bien corriendo precisarás de cierto tiempo de “adaptación”. Este tiempo de adaptación puede ir desde un par de semanas hasta un mes.
2. No te saltes ningún paso
No quieras empezar dándolo todo y en tu primer día te metas 5 kilómetros del tirón, porque terminarás agotadísimo y al día siguiente no es que no querrás volver a correr, es que no podrás por el dolor muscular, sobre todo si llevas un estilo de vida sedentario. Te recomendamos que en tu primer día alternes correr y caminar. Empieza caminando un poco y cuando ya hayas calentado, trota. Y así continuamente.
3. Vigila tu peso
Uno de los principales motivos por los que se empieza a correr es para empezar un estilo de vida sano, perdiendo esos kilitos que te sobran. Toda actividad física puede permitirte perder peso, siempre y cuando no te dediques sólo a correr y no mirar tu alimentación. Para conseguir perder peso también deberás cuidar lo que comes. El running puede ayudarte pero antes de empezar, si padeces sobrepeso, mejor empezar con algún deporte que no sea de impacto, como la bicicleta elíptica o bicicleta estática, para una vez hayas rebajado algún kilito, comenzar a correr.
4. Escoge correctamente tu material
Aunque el running es uno de los deportes más baratos –con sólo unas zapatillas, pantalones y camiseta ya puedes empezar- debes invertir bien en unas zapatillas adecuadas a tus características, remarcando el peso y el tipo de pisada. Así, por ejemplo, tenemos tres tipos de perfil de corredor según su pisada:
- Pronador: la primera parte del pie que impacta con el suelo es la zona interior.
- Supinador: la primera parte del pie que impacta con el suelo es la zona exterior.
- Neutro: la primera parte del pie que impacta con el suelo es la zona central.
Si no sabes qué tipo de corredor eres, dirígete a un centro especialista para realizarte un análisis de pisada y poder comprarte la zapatilla adecuada.
5. Gana fuerza
Para que puedas soportar el impacto repetitivo del running, es vital que tengas una musculatura capaz de soportarla. Unos músculos fuertes, a la larga, también te permitirán correr más rápido y evitar lesiones. Por este motivo, debes combinar el running con trabajo de fuerza en gimnasio. Este trabajo de fuerza debes centrarlo en los cuádriceps, isquiotibiales y gemelos, sin olvidar el tronco –abdominales y lumbares-.
6. Aprende la técnica y adáptala
Correr no requiere de mucha técnica y más si se trata de los inicios. Pero es en este momento en el que debes empezar con la técnica correcta porque sino a la larga te pueden salir lesiones. De técnica de running podemos diferenciar la pendular o la circular, pero más allá de los tipos de técnica basada en tu zancada, debes adueñarte y adaptarla a tu persona.