6 señales para parar de correr

6 señales para parar de correr

Durante la semana puedes encontrarte cansado algún día, tener ciertas molestias e incluso estar algo desmotivado por no conseguir resultados con tus entrenamientos o tal vez por temas laborales o familiares. Esto es relativamente normal que te pase algún día. Pero no es tan normal que te pase durante unos cuantos días o incluso alguna molestia te dure una semana o dos. Si los síntomas persisten más vale una semana de reposo que unas cuantas y dejar de entrenar para recuperarte adecuadamente. Si no sabes de qué señales te estamos hablando, a continuación te mostramos 6, no de las más comunes pero de las que pocas veces relacionarías con la fatiga o el sobre entrenamiento.

Deshidratación

En esta época del año y con el calor apretando, muchos corredores sufren una deshidratación crónica leve por el hecho de entrenar durante las horas más calurosas del día y no reponer los líquidos gastados con el entrenamiento. Aunque la deshidratación también puede darse en época de frío porque aunque no nos lo parezca también perdemos agua, no tanta a través de la sudoración pero si de la evaporación. Además, tampoco ayuda tomar bebidas con cafeína o alcohol durante la comida... Para saber si sufres de deshidratación basta con mirar el estado de nuestra piel, los labios secos, los mareos o hasta si tenemos dolor de cabeza. Te sentirás cansado y con poca energía durante las últimas horas del día.

Para no sufrir deshidratación bebe un sorbo de agua cada 15 minutos aunque no tengas sed, pero para mantenerte hidratado.

Poca vitalidad

Para rendir hay que alimentarse. Un aspecto clave en toda preparación de una temporada de running es la nutrición, pero no solo lo que comemos, también lo que bebemos. Aunque muchos de nosotros tengamos puestos los cinco sentidos en las comidas, no sirve de nada el aspecto nutritivo si luego nos tiramos a bebidas azucaradas. Si durante la tarde tienes que recurrir al café y bebidas con cafeína o durante las últimas horas del día tienes ese antojo de dulce, eso significa que tu cuerpo carece de ciertos nutrientes vitales, nutrientes vitales que incluso pueden llevarte a sufrir alguna lesión.

Con esto no te decimos que comas todo lo que quieras, más bien que aprendas a escuchar a tu cuerpo para saber qué combustible necesita para poder rendir y no echar nada en falta. Una dieta sana tiene que ser equilibrada y comer de todo pero en pocas cantidades. No restrinjas grupos de alimentos, tan sólo limita los más perjudiciales.

Insomnio o sueño interrumpido

Nuestro cuerpo se recupera de toda la carga diaria cuando dormimos. Si nuestro sueño se ve interrumpido o tenemos dificultad para dormir es que hay algo que no funciona y que, además, no favorecerá la recuperación y regeneración de nuestro organismo. si aunque estemos cansados tenemos problemas para dormir, es signo de que debemos aflojar en nuestros entrenamientos.

Duerme las horas necesarias para recuperarte y levantarte con sensación de estar al 100% porque significará que tu cuerpo ha regenerado las células. Para ello, son indispensables un mínimo de 8 horas.

Enfermedades recurrentes

Con la actividad física nuestro cuerpo pierde defensas y es más propenso a sufrir enfermedades tales como resfriados o infecciones respiratorias. Si durante el año sueles enfermar más de lo normal seguramente sea un síntoma del sobre entrenamiento y que debas aminorar el ritmo –o más que el ritmo las sesiones o la duración-para recuperar tus defensas. Además, si empiezas a tener algún síntoma como dolor de garganta, o dolores de cabeza, será porque te vaya a salir algo…

Variación de la frecuencia cardíaca

La variación de la frecuencia cardíaca, ya sea en reposo como durante la actividad física, puede llegar a ser un indicador de que tu cuerpo está bajo estrés y necesita descanso. Durante los entrenamientos sabemos cuál es nuestra FC porque llevamos un pulsómetro, pero por las mañanas nos olvidamos de que podríamos tomarnos la frecuencia con un tensiómetro para evitar males mayores.

Al despertarte tómate la frecuencia cardíaca y hazte un diario con ellas para saber si durante las épocas de mayor carga hay variación. Ésta variación debe ser de un mínimo de 5 pulsaciones para determinar si vas sobre entrenado. Por 1 no hace falta preocuparse. Si te encuentras 10 pulsaciones por encima de lo normal, puede ser que tu cuerpo tenga alguna infección o que está muy fatigado. Si es así, toma un día completo de descanso.

Pérdida de apetito

Si entrenas mucho y no tienes hambre, algo va mal. El entrenamiento tiene una influencia directa en el apetito porque a mayor gasto calórico, mayor será la ingesta que debas hacer para conservar los niveles estables y poder tener energía durante la actividad física y, por lo tanto, más deberás comer. Tiene que haber un equilibrio entre calorías ingeridas y calorías quemadas para estar al 100%.

Cierto que el ejercicio es saciante y tras finalizar no tienes hambre, pero si tras 30 minutos sigues sin tener un agujero en el estómago tras las sesiones más duras, tu cuerpo está sobreentrenando.

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