1. Cálzate zapatillas específicas de trail running
Ni se te ocurra salir a correr a la montaña con unas zapatillas de running convencionales. Puedes lesionarte fácilmente, por no hablar de las ampollas que te pueden salir. Debes calzarte unas zapatillas específicas de trail running, con buen agarre para evitar resbalones, estables y con buena amortiguación.
2. Siempre debes tener a mano una chaqueta para protegerte
El clima en la montaña es cambiante y, en bastantes ocasiones, adverso. Es necesario ir preparado con chaquetas plegables impermeables o cortavientos que te mantengan seco y protejan de la lluvia o el viento. A poder ser, con capucha.
3. Hidrátate y usa una mochila para ello
No olvides la palabra mágica: hidratación. Para ello, debes usar una mochila de las que permite llevar líquidos. Las fuentes pueden escasear.
4. Usa ropa que no limite tus movimientos
Ojo con la ropa que utilizas de cintura hacia arriba. Debe ser flexible y no puede limitar nuestros movimientos, especialmente el de los brazos y tronco, básicos para mantener el equilibrio en zonas técnicas.
5. Ponte gafas y gorra para protegerte del sol
Las gafas protegen tus ojos de las radiaciones solares y minimizan la fatiga visual. La gorra (o visera) resguarda la cara y los ojos del 'astro rey' y permite visualizar mejor y prestar más atención a la superficie que vas a pisar.
6. Si utilizas mallas de trail, tus piernas lo agradecerán
Utiliza unas mallas largas de trail que te protejan las piernas y que sean elásticas para que te sientas cómodo y puedas moverte con libertad. Es decir, lo mismo que en las camisetas o sudaderas que hemos comentado antes: que protejan pero que no limiten tus movimientos.
7. Come: lleva barritas y geles energéticos
Debes comer para evitar las temidas pájaras. Lo más práctico (y ligero para llevar encima) son las barritas y los geles. También es conveniente comer algo de fruta, pero tampoco es necesario que llenes tu mochila a tope y arrastres demasiado peso.