Daniel Brotons, doctor especialista en medicina deportiva, tiene claro que en edades avanzadas la actividad física es poco menos que obligatoria. “Hay que buscar el movimiento, lo que repercutirá muy beneficiosamente a todos los niveles”, asegura el galeno a Running.es. Conocidos son los beneficios que aporta correr para el sistema cardiovascular, el sistema inmunológico... Pero Botons destaca algo incluso más importante: la sociabilidad. “Hacer actividad física con gente mejora la actitud”. Y, por supuesto, se evita uno de los grandes problemas de la tercera edad: la soledad.
Sin embargo, el doctor aclara que hay que buscar la actividad adecuada, que por desgracia no siempre es el running. Y es que a una edad avanzada pueden aparecer problemas articulares, lo que puede provocar dolor. “El running es bueno siempre y cuando se pueda hacer. Hay que valorarlo. Y si no se puede, hay muchas otras alternativas porque el objetivo es conservar el tono muscular”, afirma Brotons. La musculatura pierde mucha fuerza cuando está inactiva, por lo que caminar, el Tai Chi o el pilates adecuado a cada edad son excelentes alternativas según Brotons porque ayudan a mantener el core tonificado, algo básico para conservar el tono postural.
Nuestro amigo y colaborador Miquel Pucurull, nuestro runner de más edad, escribió un artículo sin desperdicio alguno –podéis consultarlo en este ENLACE- en el que reivindicaba que a una edad avanzada “se pueden hacer cosas. Sólo hay que proponérselo”. Y hacía una reflexión muy interesante en la que afirmaba que no quería ser un lastre para su familia, ni una lata para sus amigos, ni una carga para la Seguridad Social. “Trato de no oxidarme físicamente”, dice este veterano atleta de 77 años que empezó a correr a los 40 y que a día de hoy entrena una horita, cinco veces a la semana.
Ejemplos a seguir
A sus 83 años, Ángel Juaniquet Ibarz acumula 138 títulos de campeón de España en salto de longitud, triple salto, vallas y pruebas combinadas. Un “saltarín” incansable que sigue trabajando como procurador de tribunales. “Si sigo corriendo también puedo seguir trabajando. No quiero jubilarme porque no quiero retirarme ni chupar del estado", asegura este experimentado profesional liberal a Running.es. Por la mañana acude a la ciudad judicial y a las 12 hace una pausa en su jornada laboral para ir a su querido Club Natació Barcelona a trabajar la fuerza en la sala de musculación o se desplaza a las pistas de Serrahima para completar sus series y multisaltos. Su receta mágica es la siesta diaria y dormir mucho, algo vital en las especialidades explosivas que practica Un multideportista que lleva siete décadas disfrutando del atletismo, “Es el deporte más bonito que existe porque se practica desde que el hombre era primitivo, cuando iba a cazar o a saltar un riachuelo, y porque te da amistades para toda la vida”. ¡Chapeau Ángel!
Manuel Alonso Domingo, de 80 años es otro de los ejemplos más extraordinarios en España. 375 abdominales diarias (sólo se las salta cuando hace series). 70 kilómetros semanales (excepto los viernes) y unas marcas increíbles para su edad: 1.500 metros en 5'50” es su ritmo récord de Europa, con Jessica España como liebre de lujo. Uno mide sus logros, entre los que destacan Campeonatos del Mundo y de Europa. Sólo sufre una pequeña artrosis en una mano (quizás su antiguo trabajo de electricista tenga la culpa), pero por lo demás, sus articulaciones y huesos responden perfectamente. Hace las series de 750 metros en menos de 3 minutos (a menos de 4 el kilómetro). Un consejo para señoras y señores ancianos: no intenten imitar a este madrileño nacido antes del estallido de la Guerra Civil si no están bien entrenados.
En el resto del mundo también hay muchos ejemplos sorprendentes de longevidad atlética. La neoyorquina Ida Keeling, una superabuela de 100 años, ha pasado a la historia este 2016 por batir el récord mundial de los 100 metros en la categoría de 'centenarios'. Al finalizar la prueba, celebrada en Penn Relays (Filadelfia, Estados Unidos), el crono marcaba un increíble registro de un minuto y 17 segundos. Para celebrarlo, Keeling, que empezó a correr a los 67 años para intentar olvidar la muerte de dos de sus hijos, hizo flexiones como si fuera Usain Bolt.
Como dicta el sentido común los controles médicos (importantes para cualquier atleta) son totalmente imprescindibles a estas edades y deben ser más frecuentes que en una persona joven. El que empieza de cero porque nunca ha hecho deporte o lleva mucho tiempo sin practicar running debe acudir, primero de todo, a un médico que le realice un completo chequeo y evalúe las condiciones físicas para detectar alguna enfermedad o limitación a la hora de correr (por ejemplo algún problema articular).
Por cierto, para quien no lo sepa, la expresión 'A la vejez, viruelas' que da origen al título del artículo la hemos utilizado en tono irónico, sobre todo en el amor. En el caso que nos ocupa, el amor al running.