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adidas Energy Boost 4 – La Prueba

Las adidas Energy Boost siempre serán recordadas por ser las zapatillas en las que debutó el revolucionario Boost. A principios de 2013 la multinacional nos anunció que iba a revolucionar el sector con una mediosuela innovadora y exclusiva. Y cierto es que lo consiguió. En la actualidad, su gama running adopta el boost en mayor o menor medida y otras marcas de la competencia han optado por usar el mismo material, aunque sea con nombres diferentes.

Su apariencia no convencional encomendaba a adidas la necesidad de explicar este nuevo material en sus zapatillas. Ahora podemos decir que lo ha conseguido con creces. Pocos corredores -si exceptuamos a noveles o ocasionales- no saben lo que el Boost y ya nadie duda de su rendimiento a pesar de las dudas que generó inicialmente su aspecto. Puede gustar o no el tacto que le confiere a sus modelos, pero se nos hace imposible dudar de su efectividad, probada en millones de corredores populares y en la élite de los mejores corredores de todas las maratones del mundo.

Ahora las adidas Energy Boost han llegado a su cuarta versión y lo hace con unos cambios importantes que la reposicionan en la gama de adidas como un modelo que amplía su target de uso al ser algo más amortiguadas y confortables que las anteriores Energy, más dirigidas al rendimiento. Para ubicarlas en la gama se sitúan entre las Boston y las Supernova.

Uno de los dos principales cambios los encontramos en la nueva malla en el upper. Con un ligero aire al traje de Spiderman, ésta presenta una malla de alta densidad que la marca llama Four Way Strecht Mesh, o malla de expansión en cuatro direcciones, repleta de elementos termosellados. Al probártelas, enseguida sientes la flexibilidad que éstas ofrecen en la puntera y la libertad que dan a tus dedos favorecidas por una caja delantera más ancha de lo acostumbrado. La malla ajusta lo suficiente pero no estrangula el pie. Los elementos de caucho aumentan la durabilidad de la parte superior de la zapatilla, aunque la malla tan tupida penaliza algo la transpirabilidad. Todo no se puede tener. Lo que menos nos ha agradado en este aspecto es que el conjunto de la malla y los termosellados al principio la hacen demasiada rígida. Es necesario un tiempo de adaptación, unos 50-60 kilómetros en nuestro caso para que el pie acabe de encontrarse cómodo.

En la parte media del pie, una estructura heredada de modelos anteriores es la encargada de brindar el ajuste en el empeine, el denominado FitFrame. Una estructura de plástico duro que también nos ha parecido demasiado rígida y que se hace sentir sobre la suave y flexible malla que presenta el upper y en especial en la parte interna del metatarso, donde nos roza ligeramente con el pie, quizás por acabar en un ángulo demasiado pronunciado.

Los cordones, con cinco ojales, se unen a esta rígida estructura que presenta las icónicas tres rayas para brindar una muy buena sujeción. La lengüeta viene de una sola pieza unida sin costuras con el upper y abrazando tu pie. Si tienes el pie alto y te atas fuerte los cordones, sentirás el pie aprisionado, pero con una lazada menos presionante, todo arreglado.

El talón presenta el soporte de talón moldeado que tanto nos gusta de adidas, el denominado Fit Counter, que brinda espacio y un movimiento natural para el Aquiles. El collarín, además, es muy cómodo, con el espesor y la altura justa para no generar ninguna inconformidad, pero brindar una buena sujeción.

La mediosuela está conformada por un Energy Rail con tecnología Cloudfoam que ofrece un ligero aumento de la estabilidad. Actúa como si de una guía se tratara junto con el conocido Torsion System de adidas favoreciendo una correcta pisada, con lo que beneficia la protección del pie durante el impacto suavizando la transición del talón a los pies aunque penaliza, eso sí, la flexibilidad de la zapatilla.

El ya aclamado BOOST, en mayor cantidad que nunca en este modelo -un 85% de la mediosuela-, se combina en la parte que se une con el upper con una pieza de EVA. Ambos materiales brindan un gran amortiguación y retorno de energía combinada con una enorme durabilidad, comprobada en otros modelos de la marca. Además, el gran acierto de equipar con Continental la suela, hace que presenten poco desgaste y sensaciones muy buenas al correr sobre diferentes superficies, ya sea en seco o en mojado. Hay zapatillas para rato; y más aún si la solución propuesta en el upper aguanta el paso de los kilómetros.

La sensación de las zapatillas es mucho mejor corriendo que andando. Y mejora incluso con el paso de los entrenamientos. Cuanto más kilómetros haces y más rápidos son éstos la sensación de la zapatilla mejora. Se sienten muy cómodas en ritmos y distancias medias con la sensación de que pudieras correr para siempre, siempre teniendo en cuenta de que se trata un modelo bastante rígido, algo que algunos corredores incluso pueden llegar a agradecer.

Son unas zapatillas con una relación amortiguación/reactividad a la altura de las mejores y con una buena dosis de estabilidad a pesar de ser unas zapatillas neutras. Con 32 mm de talón y 22 en la puntera, lo que da 10 mm de drop, son comodísimas para correr con ellas a casi todos los ritmos si la parte delantera no te resulta demasiado dura. Pensamos que son el modelo ideal para corredores de cualquier peso distancias de 15 a 25 kilómetros tanto si entras con el talón como si corres de mediopié. Para más amortiguación, adidas ofrece las Supernova. Si quieres mayor efectividad, las Boston. Estas Energy ofrecen el mejor compromiso entre ambas características. Y puede ser el modelo a elegir entre los amantes de las anteriores Glide que no se acaben de encontrar cómodo con el tacto más amortiguado de las nuevas Supernova.

Tienen un precio recomendado de 159 euros y las puedes encontrar en adidas.es

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