En tres milésimas es humanamente imposible cambiar cualquier destino. No da tiempo. Excepto si eres Adrián Ben en la final de los 800 metros en Pista Cubierta. Entonces, sí. El atleta gallego ha hecho historia en los Europeos de Estambul para adjudicarse una medalla de oro con la que llevaba mucho tiempo soñando. Lo hizo con inteligencia, leyendo la carrera perfectamente y sin cometer errores recientes.
Porque Adrián Ben llegó a marchar en última posición durante los primeros compases de la prueba. No le importó. Ni se precipitó ni se puso nervioso, como le ocurrió en Múnich. Esperó su oportunidad y ganó posiciones hasta ubicarse por detrás del gran favorito, el francés Robert. Concentrado en mantener su posición en el último 200, seguramente por su cabeza ni siquiera pasaba la idea de poder alcanzar algo más grande.
Pero el destino estaba marcado en Estambul para Adrián Ben. A falta de prácticamente 50 metros, exigiendo a su cuerpo el mayor esfuerzo de su vida, Adri decidió esprintar y conseguir lo que hace solo unos segundos parecía imposible. Ganar el oro. Lo hizo con una marca de 1:47.335, venciendo así por tres milésimas al francés Robert, quien marcó 1:47.338. Por precaución y casi por inconsciencia, Adri Ben no quiso precipitarse en su celebración y se quedó pasmado mirando el marcador oficial del estadio.
Unos segundos -interminables- después, se confirmaba: medalla de oro en los 800 metros para coronarse como el atleta más rápido del continente en esta disciplina del mediofondo. Visiblemente emocionado, pasó por los micrófonos de Teledeporte para contar sus impresiones: “Era mi sueño. Quería conseguir una medalla internacional, todos mis compañeros de la Selección la tienen y yo quería la mía. Esta vez no me he puesto nervioso y tenía claro que debía hacer mi carrera y colocarme en esa segunda posición. Si alguien quería adelantarme, que lo intentase, pero yo no iba a ceder terreno. Ya cuando quedaban apenas 100 metros para llegar, me dije a mi mismo ‘Adri, corre, corre todo lo que puedas porque puedes ser campeón de Europa. Hazlo’. Esto para mí es un sueño hecho realidad. Quiero dar las gracias a mis padres, a mi pareja Águeda -atleta española también internacional-, a mi entrenador, a mi mánager y a mi grupo de entrenamiento”, comentaba un feliz Adri Ben.
¡Enhorabuena, campeón!