Ante una situación de incertidumbre, fíjate objetivos

Ante una situación de incertidumbre, fíjate objetivos

A nivel deportivo, gestionar el confinamiento podría considerarse en sí mismo un objetivo importante a la vez que sumamente complejo.

Nos enfrentamos a numerosas dificultades para continuar con nuestra preparación física, recurrimos a la imaginación frente a la falta de recursos materiales, lidiamos con altibajos emocionales y de motivación… A todo ello se suma la incertidumbre respecto a cuándo se restablecerá la normalidad y, por tanto, las competiciones. Hablar de objetivos ahora podría sonar a chiste.

En artículos anteriores mencionamos que ahora no es momento para fijar metas, en cuanto a pruebas a las que apuntarse se refiere, ni marcarnos un tempo para volver a competir, ya que es algo que no depende de nosotros. Pero sí lo es, establecer objetivos para nuestro día a día, centrándonos en objetivos de proceso. Para que lo entiendas mejor, vamos a clarificarlo:

Un objetivo de resultado es aquel que se enfoca, como podemos deducir, hacia la obtención de un fin, que por lo general suele ser externo.

Un objetivo de proceso (también denominado de rendimiento, tarea o ejecución) se centra en la realización de una conducta o acción determinada. Algo que indirectamente contribuirá al logro de los objetivos de resultado.

Estos últimos son los que debemos priorizar, ya que están orientados al momento presente. Aquello que podemos hacer en las condiciones actuales y que depende de nosotros. Por tanto, nos aportan cierta sensación de control.

Te animamos a ver la formulación de objetivos como una herramienta motivacional que nos permite dotar de dirección a nuestras acciones y movilizar nuestros recursos de forma adecuada. Una especie de “brújula” ante esta situación excepcional.

W. Smith hace referencia a 5 cualidades o atributos que debe poseer todo objetivo para estar bien formulado. ¿Jugamos? En inglés se refieren a ellos con las siglas SMART:

  • Específico: Claro, no ambiguo (acciones concretas)
  • Medible: Cuantificable.
  • Alcanzable: Reto adecuado a nuestras circunstancias.
  • Realista: Sensato, coherente, asumible.
  • La temporalización a largo plazo pierde relevancia en este momento, entre otras cosas porque nos puede llevar a frustración. Mejor centrarse en el día a día, aunque puedes usar el corto plazo como agente motivador, marcándote, por ejemplo, algún reto cada final de mes.
undefined

De más a más, queremos añadir la formulación en positivo y la consideración sistémica. Es decir, aquello que SÍ quieres hacer, teniendo en cuenta a tu contexto.

Tómate un tiempo y juega a formular tus objetivos. Utilizamos el concepto “jugar” a propósito, para liberarte de toda autoexigencia u obligación. Te recomendamos coger papel y boli, y tenerlos a la vista.

Un objetivo bien establecido te ayudará a la consecución de otros relacionados. Asumirás ciertos compromisos en coherencia con las distintas áreas de tu vida (nutrición, descanso…).

Te recomendamos registrar un diario de entrenamientos (frecuencia cardíaca, ciclo menstrual, sensaciones…) que te permita supervisar tu progreso y reajustar tu planning si fuese necesario (ya sabes que el tiempo libre puede llevarnos a un exceso de entrenamiento). También recordar la importancia de seguir vinculados a nuestros equipos y/o contar con apoyo social.

  • Favorece la adaptación a rutinas (tan importantes estos días) y la gestión del tiempo.
  • Refuerza el mantener hábitos saludables y que dan espacio al descanso.
  • Potencia el aprendizaje de nuevas habilidades y conocimientos. El cronograma deportivo aporta confianza y seguridad en nuestras capacidades, lo que equivale a bienestar.
  • Estimula el esfuerzo e implicación y actúa como escudo frente a la disminución de motivación que podemos estar experimentando.
  • Fomenta la resiliencia, afrontando la realidad de forma flexible, constructiva y con soluciones creativas que nos permitirán salir reforzados.

¿Cuándo empiezas?

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...