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Fotos: Hunter Bryant

Así afecta el cambio climático a los atletas

«Tenemos 10 años para actuar, sino entraremos en un camino sin retorno», asegura M. Sanjayan, un científico y escritor norteamericano especializado en la preservación de la naturaleza. El cambio climático ha contribuido a incrementar la temperatura de la Tierra desde los comienzos de la Era Industrial, pero el calentamiento global se ha acelerado especialmente en las últimas cuatro décadas. Según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) los diez años más calurosos han ocurrido desde el 2005 hasta la actualidad.

Este aumento en la temperatura tiene un impacto negativo en la salud de los seres humanos y en la mayoría de las especies de animales y plantas del planeta. Dado que los atletas que practican deportes de resistencia entrenan principalmente al aire libre, se ven afectados por estos cambios en el medio ambiente de una forma particular.

Un estudio publicado en la revista científica The Journal of Climate Change and Health investigó los efectos del cambio climático en los atletas que practican deportes de resistencia e identificó tres grandes problemáticas que perjudican particularmente a este sector.

Enfermedades causadas por el calor

Uno de los efectos más notorios del cambio climático que perjudica a los atletas de fondo es la elevada temperatura y la humedad durante entrenamientos y competiciones. El cambio climático está causando olas de calor más fuertes y frecuentes que incrementan el riesgo de sufrir lesiones, agotamiento por calor, golpes de calor, rabdomiólisis, calambres musculares e hiponatremia. Además, el riesgo de sufrir un golpe de calor aumenta cuando hay mucha humedad, ya que interfiere con la capacidad del cuerpo para enfriarse.

La temperatura corporal máxima que los humanos pueden resistir oscila entre los 41,5 y los 42 grados. Si una persona sobrepasa esa temperatura interior, puede sufrir un golpe de calor o incluso la muerte. Por este motivo, si el planeta continúa calentándose, se pone en riesgo la participación de los atletas en eventos y se limita su capacidad para entrenar y competir.

Como ejemplo se pueden citar las pruebas olímpicas de atletismo de Estados Unidos de junio del 2021, en las que la final femenina de 10.000m y la final masculina de 5.000m se reprogramaron debido al calor que irradiaban las pistas.

Contaminación del aire

El calentamiento global también crea condiciones que contribuyen a la aparición de grandes incendios en bosques y espacios naturales, los cuales exacerban el cambio climático a través de la destrucción de la biomasa y la producción de sustancias que contaminan el aire. Estos incendios producen grandes cantidades de humo y partículas en suspensión que viajan miles de kilómetros gracias a las corrientes de aire.

El humo contiene gases y partículas que, al ser inhaladas, pueden agravar o causar problemas respiratorios y cardiovasculares como inflamaciones de las vías respiratorias, tos, empeoramiento del asma e incluso ataques al corazón.

Durante el ejercicio, la ventilación se incrementa hasta el punto en el que es necesario respirar por la nariz y por la boca para tener suficiente oxígeno. Esto resulta en una mayor cantidad de sustancias contaminantes que se depositan en las vías respiratorias y los pulmones. Estas sustancias provocan estrés respiratorio e inflamaciones que generan un estrechamiento de las vías aéreas, bloqueando el flujo de aire y dificultando la respiración.

Un estudio que reunió información de muchas pruebas de 5.000m de la Diamond League demostró que las corredoras de élite tuvieron mermas significativas en sus marcas cuando había una mayor cantidad de ozono y partículas en suspensión.

Enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme es una enfermedad causada por una bacteria llamada Borrelia burgdorferi, que se transmite a los humanos a través de las garrapatas. Se descubrió por primera vez en 1972, y es relativamente común en algunas regiones del norte de los Estados Unidos y Canadá.

Sin embargo, en los últimos años se han reportado casos en otras regiones de América, Europa y Asia donde antes no era común. Según los científicos, esto se debe al aumento de la temperatura y la humedad, que crea condiciones más favorables para el desarrollo de las garrapatas en diferentes países. Esto representa una preocupación para atletas que compiten y entrenan en zonas boscosas o entornos naturales donde pueden encontrarse este tipo de arácnidos, como es el caso de los trail runners.

Atletas profesionales han registrado mermas importantes en su condición física después de ser diagnosticados con la enfermedad de Lyme. Como ejemplo se puede citar el caso de Robby Andrews, campeón de Estados Unidos de 1.500m en 2017, cuya carrera profesional se vio seriamente afectada después de contraer la enfermedad.

Dado que los deportes de resistencia se practican al aire libre, la exposición a la enfermedad de Lyme y otras enfermedades provocadas por mordeduras de insectos, como la fiebre del Nilo Occidental, pueden convertirse en una preocupación mayor en el futuro.

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