Con 28 años jugaba al fútbol en 3ª división. No le gustaba correr, era un vago, fumaba y salía de fiesta. A pesar de ello, corrió su primera ½ maratón con un crono de 1:44. Llegó totalmente extenuado a meta. 8 años después y con 17 kilos menos, ama correr. Se ha convertido en un profesional de este deporte. Su 2:10:02, logrado en el maratón de Valencia el pasado domingo, supone la mínima olímpica para estar en Tokio el año que viene. El riojano Camilo Santiago (36) siempre ha perseguido “poder hacer algo grande”. Damos fe que, este albañil de la carretera, lo está logrando a pasos agigantados. En su caso, la edad no supone un lastre, sino un acicate hecho de cimiento armado. No sabe cuál es su techo, pero está convencido de que aún puede mejorar.
“El maratón español vive otra edad dorada, le deberíamos pedir al Comité Olímpico que amplíe las 3 plazas existentes”
-¿Lograr la mínima olímpica (menos de 2:11:30) era tu gran objetivo en el Maratón de Valencia?
Estamos ante una situación que justo hace una semana, antes de correr, habría deseado o soñado. Más allá de la marca, que también, quizás lo más importante era ser el primer español, ya que esto nos iba a permitir situarnos a la cabeza de la lista para los Juegos. Se han dado ambas cosas y ahora no cabe otra que esperar.
-Y ahora toca esperar… a lo que pueda ocurrir en el próximo maratón de Sevilla, en febrero, por ejemplo.
Así es. Vamos a esperar, pero si no estoy contento ahora ni sueño en estos momentos, ¿cuándo lo voy a hacer? (afirma sonriente). He hecho mi trabajo y ahora les toca a otros dar el do de pecho.
-En tu caso, que empezaste a correr a los 28 años (después hablaremos de ello), cobra aún más significado aquello de que poder estar en los JJOO es un sueño que puede hacerse realidad.
(Reflexiona un instante antes de responder). Evidentemente, es más que un sueño. Es algo inaudito. Quizás represento un caso único en el mundo, de venir de dónde venía… No vengo de hacer deporte ni de destacar en ninguna otra disciplina. De hecho, mi vida era totalmente lo contrario. Jugaba al fútbol (llegó a la 3ª división), pero con malos hábitos. Nadie en su sano juicio podía pensar que yo me iba a dedicar al mundo del deporte, en este caso el atletismo, como algo profesional. Vaya o no a Tokio, ya se verá… pero poder decir que tengo una mínima olímpica, que tengo el nivel exigido, no cabía en mi cabeza ni en la de nadie.
-2:10:02. Es la 2ª mejor marca del año dentro del maratón español, sólo superada por el 2:08:14 de Ben Daoud Ben Akki en Praga (el mes de mayo), además de ser el nuevo récord riojano en la distancia de Filípides. ¿Es el tiempo que esperabas?
La verdad es que esperaba una marca entre 2:09:30 y 2:11. Se ha quedado en un término medio. Podría haber rascado algunos segundos más, quizás unos 20 o 25. Pero, como siempre, a toro pasado, es muy fácil dar capote. Acabé mucho más fuerte de lo que pensaba, por lo que quizás podría haber bajado aún más el crono.
-Corriste casi en negativo, pasando la primera ½ en 1:04:53, mantuviendo un ritmo constante de 3:05 min/km. Sin embargo, hubo un impasse entre el 30 y el 35 que te hizo perder unos segundos muy valiosos en el crono final (el ritmo bajó a 3’10 min/km). ¿Qué ocurrió?
La liebre que nos había puesto la organización hasta el kilómetro 30 lo dejó en este punto. Quizás es la peor zona del circuito, si es que tiene alguna zona mala, y nos dejó en una situación mala para correr rápido. Íbamos juntos aún todos los españoles y hubo momentos de dudas, de mirarnos y nadie quería trabajar para otros ni desgastarse más de la cuenta. Allí quizás perdí unos segundos muy valiosos que son los que después, en meta, me faltaron para bajar de las 2:10. Pero más contento con mi tiempo, sinceramente, no puedo estar.
-¿Qué hay detrás de este crono, de esta mínima olímpica?
Aunque suene a tópico, hay mucho sacrificio (admite, reflexivo y sincero). Y no sólo mío, sino de otras personas que también se han involucrado mucho en mi preparación. De hecho, creo que es la mejor preparación que he hecho nunca. Una de las personas que más lo ha sufrido es mi mujer. Lleva involucrándose mucho tiempo y poniéndomelo todo muy fácil para que pueda entrenar. Es un triunfo de todo mi equipo, de toda la gente que está conmigo. Detrás hay mucho sacrificio, mucha dedicación.
-Y también mucha fortaleza mental (le interrumpimos, brevemente).
Así es. Siempre he creído mucho en mí. De hecho, esta misma fortaleza es la que me llevó a arriesgarme hace unos 3 años, a dejar mi trabajo, y eso que tengo mujer e hija, cambiar de ciudad… quería ver hasta dónde podía llegar porque, sinceramente, creía que podía hacer algo, llegar lejos.
-Por cierto, ¿estamos ante otra edad de oro del maratón español? Dani Mateo ya tendría plaza asegurada tras el Mundial de Doha. Le seguirías tú y Ben Daoud Ben Akki, pero es que en Valencia también lograron la mínima corredores como Houssame Benabbou (2:10:45), Ayad Lamdassen (2:10:52) o Iraitz Arrospide (2:10:59), quedándose cerca de lograrlo también Chiki Pérez. Javi Guerra logró un 2:10:19 en el duro circuito de Madrid.
El seleccionador (José Antonio Redolat) va a tener mucho trabajo (admite con una buena sonrisa). La vedad es que es increíble el grupo de corredores que ya tiene la mínima o que puede lograrla. Hemos pasado años duros y ahora resulta que las 3 plazas disponibles nos van a saber a poco. Nos vamos a quedar cortos de plazas. Deberemos pedir una ampliación al Comité Olímpico (dice con sorna y en tono de broma). El maratón español ha resurgido y creo que volvemos a estar en la cabeza de Europa y dentro de un primerísimo nivel mundial.
-Si ahora tuvieras que mojarte y decir los 3 nombres seleccionados para correr en los JJOO (en Sapporo y no en Tokio, por cierto, por el cambio de sede del maratón por una cuestión climatológica), ¿cuáles serían?
Me lo pones fácil y también me lo pones muy difícil. Dani Mateo lo tiene seguro por su carrera en Doha. Posteriormente, me pondría yo dentro también de ese grupo y luego me encantaría también que entrara mi gran amigo Javi Guerra. No obstante, una cosa es lo que se desea y otra lo que pueda ocurrir finalmente. Son 3 opciones factibles, pero también lo son muchos otros atletas. De hecho, también hay que tener en cuenta imprevistos en forma de lesiones… puede haber contratiempos, que siempre, por desgracia, los ha habido.
-Una vez logrado este objetivo prioritario, ahora toca esperar. Aparte de armarte de paciencia, ¿cuáles serán tus próximos retos deportivos?
No es fácil mantener la motivación ahora mismo, porque estoy con un desasosiego encima que no veas (admite, sincero, riendo). Todo se ha concentrado en un día y el subidón ha sido importante. Un maratón te deja tocado, tardas casi 1 mes en recuperarte. Pero siempre hay nuevos objetivos. Sin ir más lejos, el Mundial de Medio Maratón (Gdynia, Polonia, el próximo 29 de marzo). Y un mes antes deberé ratificar mi plaza en el Campeonato de España de la distancia. Cuando vayan pasando los días, focalizaré mi atención en estos nuevos objetivos, aunque, lógicamente, de reojo, tendré la vista puesta en lo que ocurra en el maratón de Sevilla.
-¿Qué queda de aquel Camilo al que tú mismo has bautizado como un vago, que jugaba al fútbol en 3ª división, que salía de fiesta e incluso fumaba?
De aquel Camilo quedan muchas cosas y, al mismo tiempo, no queda nada. Quedan las raíces, la sencillez, ser el mismo chaval, con los mismos valores, con los mismos amigos… soy el mismo, pero la vida me ha cambiado por completo. Tengo hábitos y costumbres antagónicos, con un estilo de vida totalmente diferente. Quizás uno de mis secretos es que me tomo el correr de forma relajada, sin presión, como una oportunidad que me ha dado la vida. Cuando no esté aquí, cuando no corra, me iré a trabajar a una fábrica, no me importará, para nada.
-¿El sacrificio siempre vale la pena o sólo cuando las cosas salen tal y como uno las ha planificado?
Creo que es una muy buena pregunta con una difícil respuesta. Pienso que lo más importante es aprender durante el camino, durante ese sacrificio. Quedarse con los valores que te aporta el hecho de sacrificarte por algo. El logro es intentarlo, el camino es lo que te forja. El premio, está claro que reconforta si lo logras, pero, para mí, la recompensa del premio no es lo que te dibuja como persona y deportista.
-En tu caso, sigues recogiendo lo que estás sembrando en los últimos 8 años. Consideras que tienes margen de maniobra, que puedes llegar bien a los 40, ya que empezaste a correr más tarde y tu cuerpo no está tan castigado. En este sentido, también juegan un papel importante los productos Mahalo, la marca de nutrición deportiva que también forma parte activa de tu preparación.
Puede sonar a peloteo, pero para nada es así. Mahalo ha sido un descubrimiento para mí. Siempre había tenido muchos problemas a nivel intestinal cuando tomaba bebidas en todos los maratones. Hasta en Valencia nunca había tomado nada, ni en Milán ni en el Europeo de Berlín. Todo lo que tomaba me sentaba mal hasta conocer esta marca. Son productos de alta calidad que he podido tomar durante toda mi preparación. De hecho, te contaré una anécdota. Hubo algún problema o confusión con mis avituallamientos personales en el maratón de Valencia y no pude tomarlos hasta el kilómetro 25. “Chiqui” Pérez me dio un poco de gel que él llevaba… hasta que no llegué hasta ese kilómetro. No sé si fue eso, pero terminé muy fuerte y mi último 5.000 fue el parcial más rápido de todo el maratón.