Carolina Robles Campos (Sevilla, 4 de diciembre de 1991) se ha convertido en una de las sensaciones de esta rara e incierta temporada. A su 4º puesto en la San Silvestre Vallecana hay que unir su magistral carrera de 3000m el pasado viernes en la pista cubierta del Velódromo Luis Puig de Valencia. Ganó la prueba con unos fantásticos 8:59.93, registro que la sitúa en el top 10 de las mejores españolas de la historia. Ella sigue su curso en busca de cumplir sus sueños, de palpar sus ilusiones, de hacerse con el lugar que lleva labrándose desde hace ya muchas temporadas.
Parece que tendremos por delante unos días de buen tiempo, de sol y calorcito. ¿Tú te has bajado ya de la nube de Valencia o todavía sigues flotando tras tu actuación en el Gran Premio de Valencia?
(Risas) ¡Creo que voy a estar en esta nube hasta el final de mis días! Lo que conseguí el otro día es algo que siempre he soñado y ahora que lo he logrado tengo una sensación de “flow” que siempre me acompañará. Ha sido inesperado, al mismo tiempo que lo deseaba e intuía. El hecho de conseguirlo disfrutando, tanto entrenando como en la competición, da un plus que ni siquiera me hacía falta. Estoy de dulce porque me encanta lo que hago, aunque no hubiera logrado ese tiempo estoy disfrutando mucho del atletismo. Si no obtuviera estos resultados también lo disfrutaría, ¡me encanta correr!
Antes de que sonase el disparo de salida, ¿te veías parando el crono por debajo de la mítica marca de 9 minutos?
Si te soy sincera, algo dentro de mí me decía que sí, como me ocurrió el año pasado con el pódium en el Nacional de Cross. No estaba en las quinielas, ni siquiera para mí, pero algo me decía que era posible. Pues en Valencia igual. No era lo que buscábamos aún, el objetivo era hacer la mínima, estar en torno a 9’02”-9’05”. Logrando una marca en ese rango habría estado muy, muy contenta. Era lo que esperaba si todo iba bien. Pero desde hace unos días soñaba con esa barrera. Entrenando, me había visualizado mucho lográndola y ¡mira!, parece que me lo he creído tanto que inconscientemente ataqué para conseguirla.
Se está hablando por redes (ya sabes que eso es muy fácil) de la marca que podrías haber conseguido si la carrera hubiese ido un poco más rápida, según los parciales previstos. ¿Cuál es tu apreciación al respecto?
No sé qué marca habría logrado y lo que podré conseguir en un futuro. Lo cierto es que, al llegar a meta, habría dado hasta otra vuelta más. Me acompañaron las sensaciones, ha sido algo indescriptible, y eso que he tenido unas semanas muy difíciles. Me veo con mucho margen de mejora.
Tiene muy buena pinta el fondo español para esta pista cubierta. ¿Cómo ves tú el panorama de rivales de cara al Campeonato de España en pista cubierta y a poder acceder a las plazas que os lleven al Europeo de Torun?
¡Lo de buena pinta se queda corto! Hay un nivelazo increíble. Y eso que faltan por unirse a la fiesta Maitane Melero, Ana Lozano y Celia Antón. A mí me encanta que haya este nivel. Siempre se ha “criticado” el fondo femenino español como si no hubiera habido nivel. Pues ahora no sólo es que haya nivel, es que es un nivelón que creo que nos beneficia a todas para seguir progresando y conseguir grandes gestas internacionales. El Campeonato de España va a estar muy atractivo de ver. Hasta a las que estaremos luchando por las plazas nos resultará sufrido y divertido al mismo tiempo. Las plazas están muy abiertas y eso es lo que lo hace más épico.
Tú has sido ya internacional en categorías menores. Ahora estás muy cerca de serlo como absoluta. Echando la vista atrás, ¿qué supone eso para una atleta que lleva «toda la vida» luchando por sus ilusiones, por sus sueños?
Ayer me vi por primera vez en ese listado de atletas españoles que habían conseguido una mínima internacional. Nunca lo he logrado, ni siquiera en categorías inferiores (siempre me he quedado muy cerca). Cuando he sido internacional en categorías inferiores ha sido por puestos, nunca he podido saborear algo así. Lograrlo por fin, y en categoría absoluta, ha sido una satisfacción enorme que le da sentido a todos esos esfuerzos, tanto míos como de los míos, por cumplir esos sueños que siempre he tenido en mente desde pequeñita.
A todo esto, ¿sigues siendo una ilusionista? Te lo pregunto por aquel blog tuyo … «Diario de una ilusionista«.
¡Siempre! ¡Si no se tiene ilusión, a la lucha por los sueños le falta algo! Aquel blog me suponía hacer reflexiones muy importantes para saber en qué punto estaba y adónde quería estar. A día de hoy, sigo haciéndolo, aunque no lo hago público. Llevo un blog personal, unas anotaciones de cada día en el que lo reflexiono y anoto todo (entrenamientos, sensaciones, tiempos, el sueño y todo tipo de datos que considere importante de ese día). Me sirve para conocerme más, para saber en qué he mejorado o fallado. Suelo leer días alternos de vez en cuando y me ayuda a recordar errores o cosas que hice bien.

Hace casi once años, cuando te entrevisté por primera vez, me decías que tu gran sueño era verte en unos Juegos Olímpicos. No pudo ser en Río 2016, como comentaste en 2012. Ahora estás ante una gran oportunidad de cara a Tokio. ¿Te ves en los Juegos?
Siempre me he visto en unos Juegos, aunque hace años todo parecía muy lejano. Ahora está muy cerca. Pero hay que ganarse la plaza, no te quepa dudas que estamos trabajando para conseguirlo. Y seguiremos trabajando para estar en los siguientes, y, a ser posible, en unos terceros… (risas).
Has demostrado que puedes correr rápido, como también que puedes con distancias como el 10k. ¿En qué prueba te gustaría pasar a formar el plantel de atletas olímpicas?
En el 3000 obstáculos sin dudas. Ojalá no sólo en estos Juegos, sino también en París. Para los Juegos de Los Ángeles ya no sé si habré dado el salto a otra prueba, pero también me veo peleando por estar en ellos.
Hace unos meses decidiste dar un paso importante en tu carrera. Entraste a formar parte del grupo de atletas de Antonio Serrano. ¿Qué te impulsó a ello?
Varias razones. La principal es que mi ex entrenador, Manuel Rodríguez Fernández, se había jubilado recientemente y yo era lo único (junto a mi pareja) que le hacía estar ligado de una forma al trabajo. Me parecía injusto para él, pues se merecía disfrutar ya de la vida después de tanto trabajo. Y, por otro lado, ambos sabíamos que podía progresar más con un grupo como el de Antonio en el que están mis principales rivales. Si decidíamos dar el cambio iba a ser para que Antonio tomara el mando. Y así fue, tomamos una decisión en la que tanto Manolo como yo estábamos de acuerdo, aunque me habría encantado lograr ser olímpica con él… Se merecía lograr algo grande conmigo, aunque juntos hemos logrado mucho. Le debo a él que me guste tanto el atletismo y que haya creído tanto en mí como para conseguir lo que estoy logrando.
Sin embargo, sigues en tu Sevilla. ¿Cómo llevas lo de entrenar a distancia?
¡Muy bien! Desde hacía varios años Manolo no podía estar presente en los entrenamientos, así que llevo entrenando “a distancia” mucho tiempo, desde 2012 aproximadamente. Al principio fue complicado y duro, pero las circunstancias lo requerían. Al final todo es costumbre. Es algo que hoy en día no me cuesta nada y, en cambio, cuando entreno en grupo (como ha ocurrido en Portugal durante 3 semanas) supone un extra de motivación que me ayuda mucho. Además, aunque Antonio esté lejos, está muy presente. Se preocupa en hablar y comentarlo todo a diario, es como si estuviera aquí.
¿Entrenas sola o tienes posibilidad de contar con compañeros que te ayuden a llevar mejor las duras sesiones de entremiento?
Mi súper gran compañero, mi novio, Daniel Manzanares. Es mi único compañero, aunque en muchos entrenamientos suele ir a su “bola” porque él también entrena para mejorar sus marcas y seguir estando en pódiums andaluces (y ojalá muy pronto disputar Campeonatos de España). Hace un par de meses que no entreno con él (me fui a Portugal y luego ha tenido algún problemilla que le impide entrenar), pero, aun así, ahí está presente, animando, tomando tiempos y ayudando en todo lo posible.
Mi hermana Carmen me acompaña desde hace unas semanas en algún rodaje cuando doblo. Ya está a un nivel en el que puede rodar conmigo y eso me ayuda mucho. Disfrutamos mucho corriendo juntas.
Cuéntanos cómo marcha tu escuela de atletismo.
La escuela y el grupo de adultos que entrenamos marcha mejor que nunca. Tenemos hasta lista de espera en los peques porque no podemos sacar más tiempo para entrenarles y siempre primamos la calidad a la cantidad (aunque son bastantes niños en la escuela, más de 70 y están muy ilusionados con el atletismo). En el grupo de adultos se respira un gran ambiente, pues se mezclan personas con objetivos muy distintos, desde los que simplemente quieren encontrarse bien con ellos mismos hasta el extremo opuesto, que es mejorar todas las marcas posibles. Son también más de 60 y aquí no hay lista de espera al tener más horarios y estar organizados por grupos. Estamos encantados con todos. Se adaptan muy bien a mis circunstancias y entienden que en ocasiones no pueda estar presente. Me apoyan mucho, disfrutan conmigo y yo con ellos.
Y háblanos de la evolución de la peque de la familia, Carmen.
Carmen lleva una muy buena progresión. ¿Y sabéis lo mejor de todo? Le encanta el atletismo, disfruta con él y es súper fanática y seguidora de muchísimos atletas. ¡A veces conoce atletas y marcas o resultados que ni siquiera yo conozco! Todo ello le ayuda a ver el atletismo de una manera que no le supone ningún tipo de presión. Es su hobby. Como el mío. Y eso hace que lo veamos de una forma muy positiva. Ella tiene la expectativa de superarme y quitarme todos los récords dice(risas), y yo lo veo posible. Es como yo, cabezota e ilusionista. Esa actitud le llevará adonde ella quiera. Intento hacerle ver que no hay que obsesionarse con nada, las cosas llegan cuando tienen que llegar. Está centrada en disfrutar y eso me llena más de orgullo que cualquier resultado que ha logrado hasta ahora.
COVID-19 aparte, ¿tu deseo para el 2021?
Simplemente ser feliz. Tanto yo como los míos. Luego que venga lo que tenga que venir. Confío mucho en el destino y no me gusta forzar las cosas. Lo que sea para mí, lo será. Y lo que no sea, pues es que no debía ser. Hay que fluir con el mundo.
Además de entrenador, por lo visto has cambiado algo en tus hábitos de alimentación. Cuéntanos en qué consisten.
En abril de 2019 dejé de comer carne. Cuestiones éticas… Nos han enseñado a que los animales son comida, pero los animales son seres vivos como nosotros. Me abrieron los ojos tanto mi hermana pequeña como la hermana de mi novio y varios documentales que vi. Gracias a ello fui consciente de lo que suponía mi consumo de carne, de ese sufrimiento animal, de ese especifismo que existe hoy en día. Teniendo dos perras en casa, y gustándome tanto los animales, me resultaba hipócrita. El momento en el que me di cuenta de todo lo que ocurre en esa industria fue muy repulsivo para mí, me dio asco de mí misma. En cuanto lo dejé me encontré mucho mejor conmigo misma. La sensación era de encontrarme en paz. Durante el confinamiento me convertí en vegetariana dejando el pescado, y también he dejado de consumir leche, pues, consumiéndola, indirectamente, seguía favoreciendo esa industria en contra de la que lucho.
¿Qué diferencias has experimentado con ello?
Soy más feliz. Es una sensación muy intrínseca de sentirme bien y estar en paz conmigo. Ha sido una gran mejora a nivel mental, pero también física. Mi cuerpo ha cambiado. Tengo más energía y mi composición corporal ha dado un giro de 180º. Reconozco que tuve un poco de miedo al no saber qué ocurriría con mi cuerpo, de si iba a tener algún déficit de alguna vitamina o elemento químico importante. Pero lo cierto es que hasta he mejorado muchos valores. Estoy mejor que nunca. Me hago analíticas cada cierto tiempo y todo está más en orden que nunca. Pero claro… hay que saber comer bien e investigar mucho. Es una alimentación completamente nueva para mí y os sorprendería lo variada y rica que es.
Carolina Robles en datos
- Club: FC Barcelona
- Entrenador: Antonio Serrano
- Especialidad: 3000m obstáculos
- Mejores Marcas Personales
- 1500m: 4:18.44 (Barcelona 2015)
- 1500m pc: 4:24.83 (Antequera 2017)
- 3000m pc: 8:59.93 (Valencia 2021)
- 3000m obstáculos: 9:49.90 (Lieja 2019)
- 5000m: 16:15.38 (Madrid 2020)
- 10000m: 34.34.21 (Utrera 2019)
- 10K ruta: 33.07 (San Silvestre Vallecana 2020)
Fotos de Carolina Robles por SportMedia