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Cinta de correr vs correr en la calle

Cinta de correr vs correr en la calle

En la situación excepcional que vivimos debido al confinamiento, la única manera de correr con una cierta normalidad es en una cinta de correr. Es por este motivo que ha surgido el debate: Cinta de correr vs correr en la calle ¿qué es mejor?

En esta publicación discutiremos esta temática basándonos en la revisión de dos artículos. Estos artículos han investigado las diferencias fisiológicas, psicológicas, de rendimiento y biomecánica entre la cinta y la carrera al aire libre (Miller 2009; Van Hooren 2020).

El mito del «1% de inclinación»

Muchos son los estudios que hablan del 1% de inclinación para contrarrestar esa diferencia que hay al correr al aire libre y ese desplazamiento del aire en frente nuestro. En la cinta, obviamente, no necesitamos desplazar ese aire ya que permanecemos, aproximadamente, en el mismo lugar en relación con la tierra. Por lo tanto, a una velocidad determinada, podríamos decir que es un poco más fácil correr en cinta que correr en la calle. Es por este motivo que mucha gente esta convencida que necesita ese 1% de inclinación para compensar esta diferencia. Esta creencia se basa en el estudio de (Jones y Doust, 1996) pero que no se ha vuelto a replicar en otros estudios, como mostramos en este análisis de los estudios posteriores a este.

Si cogemos como referencia el consumo de oxígeno, podemos ver como en los estudios analizados la diferencia es de 0.55 ml/kg/min. Unos resultados más bajos en cinta de correr, aunque esto es una diferencia estadísticamente no significativa. Dicho de otra manera, los estudios analizados no demuestran que usar una inclinación del 1% no representa igualar el uso de energía que podemos realizar al correr por la calle.

Otro estudio demuestra que los valores medidos de los resultados son mayores para la carrera en cinta. ¿Corremos más lento en cinta de correr? Muchos de nosotros diremos que correr en cinta es aburrido y esta sensación hace más difícil correr a la misma velocidad que en la calle. Unas sensaciones que también muestra el estudio de (Miller 2019. El resultado de esto lo vemos en el momento que la mayoría de corredores seleccionan una velocidad de carrera más baja en la cinta de lo que lo harían en la calle.

Sucede lo mismo cuando saben la velocidad que suelen correr en la calle y la seleccionan en la cinta. La sensación de mantener el mismo ritmo es más difícil. Uno de los motivos que nos hacen entender esta sensación es por que no hay flujo de aire que nos enfríe y tampoco hay cambios en el ambiente. Cosa que, normalmente, causa distracción de los signos propios de la fatiga. Como consecuencia, la sensación de fatiga aparece antes como foco de concentración y se nos hace más difícil correr en cinta.

El mito del «No tienes que empujar tanto en cinta»

En los estudios de (Van Hooren 2020) se habla de si es necesario empujar con tanta fuerza en la cinta de correr o no lo es. La reflexión que podemos hacer muchos de nosotros es: el cinturón ya tira la pierna debajo de nuestro cuerpo, en cambio, en el aire libre nuestro cuerpo es el que realiza esta acción. En estos estudios se demuestra que no importa si se mueve sobre una superficie o si la superficie es la que se mueve debajo nuestro. Al fin y al cabo, tendremos que empujar en cuando corremos en la calle para avanzar y en la cinta de correr para evitar ser arrastrado hacia atrás.

¿Utilizas una técnica de carrera diferente en la cinta de correr?

También hemos investigado si los corredores corren diferentes en una cinta de correr en comparación con el exterior. Es importante saber esto porque si los corredores usan una técnica de carrera diferente en la cinta de correr, esto podría dar lugar a diferentes efectos de entrenamiento.

En los estudios de (Van Hooren 2020) se han visto diferencias biomecánicas muy pequeñas entre la cinta de correr vs correr en la calle. Estas diferencias son prácticamente irrelevantes. Los ejemplos que hemos podido ver son:

  • La mayoría de corredores tienen una mayor flexión de la rodilla en el momento de impactar con el suelo. Estas diferencias también se podrían achacar por factores como la diferencia entre la dureza de la superficie.
  • Diferencia en la cantidad de zancadas por minuto que las personas hacen de promedio cuando corren en la cinta vs correr en la calle.

¿Cuáles son algunas aplicaciones prácticas de nuestros hallazgos?

Las conclusiones que hemos podido obtener son que aunque el coste de energía de la cinta de correr vs correr en la calle son muy similares, el funcionamiento de la cinta podría tener algunos efectos en el rendimiento.

Desde una perspectiva biomecánica, hay algunas variables que podrían ser relevantes según los estudios de Van Hooren. Las cintas de correr con una superficie blanda podrían ser preferibles para situaciones de rehabilitación, ya que la carga vertical puede ser menor. En este sentido, debemos reconocer que los resultados analizados muestran una modificación de la técnica de correr respecto a la dureza de la superficie que estamos pisando. Por tanto, seguramente cambie el estímulo de entrenamiento y pueda tener adaptaciones musculares distintas.

Finalmente, también hemos descubierto que las fuerzas óseas en la tibia eran más bajas en la cinta. Aunque las fuerzas en el tendón de Aquiles eran mayores. Por lo tanto, correr en la cinta puede ser beneficioso para los corredores que se recuperan de una fractura por estrés, pero no cuando se recuperan de una lesión del tendón de Aquiles.

Como conclusión, podemos decir que las grandes diferencias se encuentran en el contexto de la actividad. No tanto en la actividad propiamente dicha. También hay que tener en cuenta esta modificación de la técnica dependiendo de la superficie de la cinta de correr y su dureza.

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