Coaching: Triángulo de la excelencia

Coaching: Triángulo de la excelencia

La misión del Coaching Deportivo es acompañar a las personas en un proceso de preparación mental y emocional. Con el objetivo de mejorar el rendimiento, su motivación y autocontrol emocional. La figura del coach es una figura de acompañamiento, es la herramienta que nos permite avanzar desde dónde estamos hasta donde queremos llegar. Hoy hablaremos del Coaching: Triángulo de la excelencia.

Nos permite mejorar y detectar la motivación intrínseca, el autocontrol, la autoconfianza…

Entre los pilares clave para conseguir la Excelencia Deportiva es importante tener en cuenta el poder de la ATENCIÓN. Controlar tu atención es una de las mayores armas que puedes tener como atleta. Tu atención es lo que va a crear tu experiencia durante el entrenamiento. Poner atención en tus ejercicios, enfocar la atención hacía dentro y no hacía los estímulos externos, conectar contigo y el trabajo que está realizando tu cuerpo.

Para entrenar nuestros pensamientos y tomar las riendas de nuestra atención es preciso identificar y preguntarte: ¿Cuáles son los pensamientos que, de forma recurrente, te distraen?

  • En tu próximo entrenamiento, pon atención en todo lo negativo. Centra tu atención en los errores que hacen tus compañeros, en lo duro que está resultando el entrenamiento y en lo que no está saliendo como a ti te gustaría. Tu experiencia este día será probablemente dura y conectaras con unas determinadas emociones que bajarán tu energía.
  • Otro día prueba de poner la atención en las posibilidades de mejora en el entreno. Las probabilidades de mejorar tu técnica, en las buenas sensaciones de la practica y tus progresos como atleta. Tu experiencia este día será totalmente distinta, ya que habrás dirigido tu atención hacía lo que sí quieres que ocurra. Seguro que tu energía habrá aumentado automáticamente.

En definitiva, depende de tu atención la experiencia y el resultado que vas a generar.

Conseguir esto requiere de entrenamiento y constancia, pero cuando consigues afilar tu atención y tus pensamientos, tu energía y tu rendimiento se multiplican (ya que evitarás fuga de energía en los pensamientos que te distraen).

Otro de los pilares para el entrenamiento mental y emocional es tu Diálogo Interno, la historia que te cuentas a ti mismo. La PNL (programación neurolingüística) habla de la relación directa y científica entre lo que pensamos y lo que sentimos. De ahí la importancia de cuidar la forma en la que te relaciones contigo mismo, ya que tu dialogo interno puede ser tu mejor poder para alcanzar tus metas, o tu peor enemigo para alejarte de ellas.

No es los mismo decirte: “No estás preparado” que “hoy no es tu mejor día y no estás rindiendo como podrías” o “no soy capaz” que “con más preparación podré conseguirlo”.

Es fundamental que el mensaje que te das sea potenciador. ¡Así que… ¡Háblate Bonito!

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