Cómo adquirir un estilo de vida saludable

Cómo adquirir un estilo de vida saludable

Cómo adquirir un estilo de vida saludable

Los buenos hábitos son clave para mejorar nuestra calidad de vida. Independientemente de tu edad o condición física, dedicarte tiempo para cuidarte tendrá un efecto positivo en tu bienestar mental y físico:

  • Mental: aumentar tu autoestima o reducir tus niveles de estrés y ansiedad.
  • Físico: aumentar tus niveles de energía, descansar mejor o mejorar tu estado físico.

Sin embargo, adoptar un estilo de vida saludable depende mucho de nuestra forma de ser, de pensar y de actuar. No es fácil superar la inercia de nuestras respuestas automáticas. De la rutina. Y, redirigir nuestros esfuerzos y atención hacia alternativas más positivas.

Seguir una dieta equilibrada, aumentar nuestra actividad física (que no solo deporte) y dedicarte más tiempo a ti mismo son aspectos claves para vivir mejor. Un estudio realizado por la aseguradora Cigna sobre el Impacto del COVID-19 en nuestras vidas, evaluó el sueño, ejercicio físico regular y la dieta de personas de todo el mundo. Éste concluyó que solo el 28% de la población mundial disfruta de un sueño de calidad, el 25% realiza ejercicio físico de forma regular y otro 25% sigue una dieta equilibrada.

Adoptar un estilo de vida saludable abarca diferentes aspectos del día a día. Por ello, es muy interesante aprender a observarnos desde un enfoque holístico y transversal. Teniendo en cuenta los diferentes factores que conforman la realidad de una persona. Hablamos de la salud física y mental, contexto familiar y social, finanzas personales, redes de apoyo o esfera laboral, que pueden afectar a nuestros sentimientos. A cómo nos sentimos en diferentes momentos, cómo actuamos y cómo percibimos nuestro entorno. Y, en consecuencia, a su salud y bienestar. Por eso, solo a través de esta mirada global se definirán los hábitos necesarios para gozar de una buena calidad de vida.

Es primordial para llegar a adoptar hábitos de vida más saludables, entender el funcionamiento del cerebro humano que siempre busca la rutina y el automatismo.

Superar la inercia de lo rutinario es necesario para integrar nuevos hábitos en una nueva forma de ser: “corro porque soy corredor”. Pero, sobre todo, tenemos que aprender a prestar atención al bienestar individual desde una visión holística. De esta manera, conseguiremos identificar las consecuencias que tiene cada hábito sobre nuestra vida cotidiana. Si sabemos observar las señales que nuestro sistema nervioso nos manda a través de nuestro cuerpo (tensiones, hábitos de sueño, irritabilidad, frustración…), seremos conscientes de qué hábitos no son los más adecuados.

Para ello, se pueden identificar tres claves para identificar los malos hábitos. Esto nos ayudará a transformarlos positivamente y a empezar nuestro proceso de cambio con constancia, voluntad y determinación:

  • Encontrar esas áreas de mejora. Una dieta inadecuada, una vida sedentaria, altos niveles de estrés, ... son ejemplos de hábitos poco saludables que con el tiempo asumimos sin darnos cuenta. A pesar de que sean complicados de cambiar, si nos ponemos a pensar o si buscamos ayuda externa, podremos identificarlo y reconocer esas áreas de mejora en nuestra vida. Nos ayudará no solo a sentirnos mejor, sino a tener una mejor relación con nuestro alrededor.
  • Cambiar poco a poco nuestra rutina. Adoptar rutinas saludables puede ser muy emocionante, aunque si no llegamos a percibir beneficios de inmediato puede ser que nos desesperemos. Es importante marcarnos objetivos SMART: específicos, medibles, realistas, ... es decir pequeños objetivos que podamos alcanzar poco a poco. Pequeñas metas que iremos aumentando hasta llegar al objetivo final. Sin prisa, pero sin calma. Esto irá reforzando nuestra motivación. En cuanto a nivel deportivo se refiere, puedes comprobar tus mejoras a través de aplicaciones como Strava o incluso buscar ayuda de un entrenador que te ayude a motivarte a seguir entrenando y a mejorar cada día.
  • Paciencia, no caigas en la obsesión. Es importante no obsesionarse ni que estés constantemente mirando los pasos que das en un día o contar las calorías de todo lo que comes. Adoptar hábitos saludables no siempre es evidente, pero con paciencia todo llega. Puedes acudir a un nutricionista para mejorar tu dieta, sobre todo si tienes algún objetivo deportivo en mente, o si ves que tus niveles de estrés son elevados, también acudir a una persona externa que te pueda ayudar. No es fácil reconocer las áreas de mejora ni buscar ayuda, pero si lo haces seguro que no te arrepentirás.

A pesar de todo lo malo que ha traído el COVID, una cosa en la que si que nos ha ayudado ha sido en actualizarnos en diferentes ámbitos de la salud. Ahora es muy fácil acudir a un médico, psicólogo, nutricionista o entrenador sin moverte de casa (aunque en ocasiones si tendrás que hacerlo) y buscar así ayuda para llevar un estilo de vida más saludable.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...