Cómo cuidar de tus zapatillas

Cómo cuidar de tus zapatillas

Durante estos días de confinamiento, probablemente hayas dejado de lado tus zapatillas preferidas, pero no por ello tienes que dejar de cuidarlas. Tus zapatillas son tu principal aliado para entrenar y es por ello que es importante que siempre cuides de ellas para que te duren lo máximo posible y que puedas, cuando acabe esta situación, volver a correr mucho tiempo más con ellas.

Es importante que nunca laves tus zapatillas en la lavadora ya que puede descomponer los materiales que componen el zapato y obligarte a que te tengas que comprar nuevos.

Una vez volvamos a correr, es importante que no dejes nunca los zapatos embarrados y húmedos ya que empeorarás la goma de la suela y conseguirás la degeneración de las costuras. Te recomendamos que con un pequeño cepillado bajo agua tibia elimines la mugre o la suciedad que haya podido acumular la zapatilla. De esta manera se secará rápidamente y podrás incluso al día siguiente salir a correr con la zapatilla seca. También existen productos y geles especiales para esto.

Si los zapatos se han mojado, el secado debe ser por partes. Saca las suelas y a continuación, céntrate en el zapato. Si los zapatos están muy mojados, puedes colgarlos o dejarlos en la ducha mientras tanto. Si están ligeramente mojados puedes rellenarlos con papel de periódico para absorber el agua y retíralo después de dos o tres horas para que los zapatos se sequen naturalmente. En cuanto a los cordones, simplemente coge un pañuelo de papel y pásalo por los ojales.

Nunca seques los zapatos en una secadora ni intentes acelerar el proceso colocándolos a la luz solar directa o bajo un radiador. Esto afectará los pegamentos que se usan para unir los diferentes componentes de la zapatilla que si no los cuidamos bien podrán literalmente desmoronarse.

Guarda tus zapatillas para correr en un ambiente seco sin aplastarlas ni dañarlas de otra manera. La temperatura ambiente es la mejor, ya que esto garantizará que estén calientes la próxima vez que se los ponga y los materiales de la suela intermedia se mantendrán flexibles. No las dejes fuera, perderán sus propiedades los materiales que la componen y correrán riesgo de ensuciarse o mojarse o ensuciarse.

No las dejes tampoco en una bolsa de plástico o en una caja, ya que esto evitará que haya una correcta circulación del aire, ralentizando su secado residual y que huelan. Nuestra propia actividad física, aunque sea en condiciones climáticas secas, también podrán afectar a su humedad y a esos malos olores. Ventílalas antes de volver a almacenarlas, sobre todo después de una tirada larga.

Trata de guardar los zapatos de correr en algún sitio para que no estén al alcance de tus mascotas si las tienes. No queremos que el motivo por el que no puedas correr después del confinamiento sea porque tu perro se las ha cargado. Mantener una buena rutina de cuidado de tus zapatos de entrenamiento inmediatamente después de entrenar, de una carrera o en tu día a día para que te duren más y que no los tengas que reemplazar tan rápido manteniendo todas sus propiedades.

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