Condromalacia rotuliana

Condromalacia rotuliana

La rótula está cubierta de cartílago en su parte posterior, la cara que se articula con el fémur, con el objetivo de reducir al máximo la fricción que hay entre ambos huesos. Pero en ocasiones el roce es excesivo o el cartílago es de mala calidad y empiezan las molestias. El inicio se llama “síndrome femoro-patelar” y su evolución patológica es la condromalacia rotuliana.

Es importante saber qué posturas producen mayor roce para intentar evitarlas si tenemos dolor en esta zona. La rótula, a medida que se flexiona la rodilla, se encasta más y más contra el fémur. Es decir, con la rodilla en extensión, la fricción es mínima; a 90º la fricción es intensa y, a partir de ahí, aumenta mucho a cada grado que pasa (y podemos llegar a más de 130º). Además, no es lo mismo doblar la rodilla con carga que sin ella; y si lo hacemos con peso extra (sentadillas, por ejemplo) el grado de fricción es mucho mayor.

En resumen: si tienes dolor en la cara interna de la rótula, no te pongas nunca de cuclillas y evita las sentadillas profundas (casi te pediría que evitaras todo tipo de sentadillas por un tiempo). Trabaja el cuádriceps y los isquiotibiales con movimientos de rodilla de 0 a 45º y, en la medida de lo posible, no corras en bajadas pronunciadas y baja las escaleras hacia atrás o poniendo siempre primero la pierna mala. 

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