Quizá has visto u oído que Mo Farah utiliza la máquina de ingravidez algunos días a la semana para entrenar. O quizá eres más futbolista y has escuchado que tanto el Madrid como el Barça tienen este tipo de máquinas en sus centros de entrenamiento. Sea por un lado o por otro, es un tema que está de moda y hace falta saber para qué sirve.
A menudo se ha discutido que el problema más importante que tiene practicar atletismo (me refiero principalmente a correr en este caso), es quelos impactos son demasiado traumáticos. Yo pienso que los impactos no son traumáticos si antes hemos entrenado bien todas las estructuras implicadas y tenemos buena técnica, pero hoy no entraremos en esta discusión. Para hacerlo más fácil diremos que hay ocasiones en las que los impactos son dañinos.
Para reducir los impactos o para minimizarlos un poco se pueden usar varias técnicas. Las más fáciles son bajar el ritmo, correr por terrenos más blandos (playa, césped, etc), correr en cuesta o hacer aqua-running.
Todos estos métodos consiguen el objetivo de minimizar los impactos pero llevan otros problemas asociados. En la mayoría de los casos antes citados, el ritmo de carrera es lento o muy lento y, a la larga, esto no es un buen estímulo para entrenar. Lo podemos usar de vez en cuando para permitir a las articulaciones que se recuperen de los traumas, pero si estamos en un periodo de rehabilitación que nos obliga a minimizar los impactos, correr en el agua (para poner el ejercicio más indicado al inicio de la rehabilitación) nos mantendrá activos pero no entrenados. Entonces, ¿qué se puede hacer para correr a buen ritmo y no sufrir los impactos que eso implica? La respuesta es correr en ingravidez.
Las máquinas Alter G permiten eliminar hasta el 80% del peso corporal mientras el corredor se ejercita encima de un tapiz rodante. Es decir, si con la carrera normal el impacto que hace el pie con el suelo es equivalente a dos veces el peso corporal, con esta ingravidez se puede recudir hasta menos de la mitad del peso corporal.
Esta técnica es ideal para la rehabilitación de lesiones que han implicado el miembro inferior. Para citar unas cuantas, se puede decir que es extremadamente útil en la rehabilitación de las fracturas por estrés (de metatarsos, de tibia, de fémur, de sacro…), en las lesiones que hayan implicado la rodilla, en las operaciones o demás intervenciones que han necesitado un periodo de inmovilización, etc.
En estas circunstancias, el retorno a la actividad deportiva solía ser muy lento y progresivo, pasando de las dos muletas a una, después la natación y/o la bicicleta y mucho más tarde se podía empezar a trotar. Ahora el trote puede empezar mucho antes y el atleta no pierde la capacidad de mover las piernas a gran velocidad.
Pero hay más. ¿Y si se usa como método de entrenamiento? En este caso ya nos encontramos ante alguien que es un deportista de élite y, además, tiene un buen poder adquisitivo (por desgracia esta máquina todavía es un poco cara y no está disponible en demasiados lugares, aunque hace falta). Atletas que realizan semanas de más de 200 kilómetros a la semana permiten muy poco descanso a sus articulaciones para que se recuperen del machaque. Así , ellos son los candidatos oficiales para usar la ingravidez una, dos o tres veces a la semana para sumar kilómetros a alta velocidad sin desgaste articular (o en menor medida).
Y todavía sirve para una cosa más: para mejorar la técnica. A menudo el choque de talón se produce por no ser capaces de absorber el impacto con eltendón de Aquiles pero, ¿y si pesáramos menos? En ese caso, al quitar peso, la técnica se convierte en más anterior y el talón no contacta el suelo. Este es, entonces, el primer paso para conseguir una técnica adecuada. A partir de entonces hace falta progresar y mantenerla a medida que vamos “recuperando” nuestro peso real. Llevará un poco de tiempo, pero será una manera poco lesiva de conseguir una técnica ideal.
Entonces, ¿te apuntas a la ingravidez? Ahora ya sabes que no es una moda y que tiene enorme utilidad, en especial si has estado lesionado y quieres volver a correr de nuevo.