David Bustos corre con el corazón

David Bustos corre con el corazón

Desde la primera edición de los mundiales de atletismo (Helsinki 83), España siempre había tenido tres representantes en el 1500 masculino. José Manuel Abascal y José Luis González fueron los pioneros y nueve años después Fermín Cacho culminó el avance del mediofondo español con la medalla de oro en Barcelona.

El soriano alumbró a toda una generación de milleros (a la que, modestia aparte, pertenezco), con Reyes Estévez, Arturo Casado o Manuel Olmedo, por citar solo algunos nombres ilustres del mediofondo nacional, casi siempre en finales o muy cerca de las medallas.

Todavía me acuerdo de los apuros que pasábamos en los campeonatos nacionales para conseguir billete a los mundiales, europeos o juegos olímpicos. Eran unos auténticos trials. En la cámara de llamadas los rivales nos mirábamos de reojo en un ambiente que parecía un funeral o el fin del mundo. A veces éramos hasta seis atletas con mínima y solo había premio para tres. Las pulsaciones se disparaban antes de iniciar la carrera. La final  dictaba sentencia. Ahora, el que haga la mínima va de manera automática.  

Esta temporada se ha notado las bajas de Olmedo, Alvaro Rodríguez y Casado por lesión, y Diego Ruiz no ha alcanzado a cuajar. Viene gente prometedora por detrás, como Alberto Imedio, bronce en el Europeo Sub 23, o Adel Mechaal, que hizo la mínima B, pero el bache de resultados en está ahí. Para estar arriba en un Mundial hay que bajar de 3’35.00. Esperemos que esto sea un espejismo y para los próximos grandes campeonatos podamos recuperar la herencia del 1500

Nuestro único representante en Moscú es el mallorquín David Bustos, un corredor con una magnífica proyección. No ha podido pasar de la primera ronda eliminatoria en este Mundial, pero le servirá de experiencia para el futuro.

David empezó con el atletismo a los 14 años. Jugaba a fútbol de central, pero un buen día, una compañera suya de clase, hija del presidente de un club de atletismo, le convenció para hacer una prueba en la pista bajo la atenta mirada de Johny, su actual entrenador. Prácticamente sin calentar hizo un 500 a 1’09 y un 300 en 38". Su futuro técnico no daba crédito de lo que estaba viendo en el tartán de Mallorca. 

Coincidí con David en París, en el Europeo de 2011. Es más, compartí habitación con él y os puedo decir que es una persona tranquila, firmemente respaldada por su familia, que le acompaña a todos los sitios donde compite. 

Hace 6 años, David conoció a Talania, su novia cantabra y atleta de 400 vallas. David la convenció para que se fuera a vivir a Mallorca. Pero el año pasado,  la chica, que sentía mucha nostalgia por su tierra y su familia, no pudo aguantar más en la isla y decidió regresar a Santander. David no lo dudó e hizo las maletas con ella. Se habían comprado una casa en Mallorca, pero para David el amor está por encima de todo, incluida la hipoteca. Toda una gesta. ¡Lo difícil que es dejar todo de lado, entrenador, hábitos y familia!

Muchos pensaron que la mudanza significaba el fin de la carrera atlética del balear, pero David le puso corazón al asunto y esta temporada ha conseguido de nuevo el doblete: campeón de España en pista cubierta y al aire Libre,  y el único representante del 1500 español en el Mundial de Moscú

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