El pasado martes 10 de enero los corredores que obtuvieron dorsal para el UTMB 2023 recibían la notificación oficial en su buzón de correo electrónico. Hace ya muchos años que la emblemática carrera de Chamonix, ante la avalancha de peticiones recibida, recurre a un sistema de sorteo para la asignación de sus plazas. Lo hace para su carrera estrella, el UTMB de 170 kilómetros, y también para el resto de sus modalidades ultra: TDS (145 km), CCC (100 km) y OCC (55 km).
Tras la reorganización de las carreras con sello ‘by UTMB’ y la posterior creación de las UTMB World Series para el curso 2022, las condiciones de acceso al UTMB de Chamonix cambiaron. Si antes se exigían puntos ITRA para asegurarse una plaza en la ultramaratón alpina, ahora es necesario contar con las llamadas «Running Stones». En realidad, son papeletas ("participaciones") que los corredores pueden conseguir en diversas carreras del propio circuito UTMB World Series.
Además de las pruebas del propio UTMB World Series, hay miles de carreras de todo el mundo que están registradas como carrera UTMB-INDEX y que, por tanto, contribuyen a que un atleta mejore su UTMB-INDEX, un algoritmo algo complejo que se calcula a partir de sus resultados en las competiciones (posición de llegada a meta, distancia de la prueba, etc.). Así, ese índice sirve de “trampolín” a un corredor que quiera obtener plaza en las carreras del circuito UTMB World Series que lo requieran (por ejemplo, las 100 millas de la Vall d’Aran by UTMB) para, de este modo, acumular las máximas Running Stones posibles y poder optar, de manera definitiva, a la cita de Chamonix.
Explicado coloquialmente, es como un sistema piramidal: primero es necesario correr pruebas UTMB-INDEX (cualquier carrera del mundo adherida a ese listado) para conseguir un índice que te permita aspirar a ciertas carreras del circuito UTMB World Series. Y, a continuación, aspirar a subir de ese escalón de las UTMB World Series, ya sea mediante sorteo o podio, al escalón final: el UTMB de Chamonix.
Las divisiones de UTMB: los ‘Majors’ y carreras ‘by UTMB’
La complejidad de este nuevo sistema es que obliga a los atletas elite a obtener esas Running Stones igual que a cualquier corredor amateur. Así, la única manera que los profesionales tienen de conseguir plaza para el UTMB de Chamonix es mediante el azar del propio sorteo, o bien subiendo al podio de algunas de las carreras de las UTMB World Series.
A su vez, las UTMB World Series se organizan en diferentes divisiones, de modo que las categorizadas como ‘Majors’, como la Vall d’Aran by UTMB (o la Canyons americana y la Doi Inthanon asiática), otorgan pase directo a Chamonix a los 10 primeros y primeras de la clasificación general (y también a los podios masculino y femenino de las categorías máster); mientras que el resto de carreras ‘by UTMB’, como por ejemplo Transvulcania by UTMB, otorgan pase directo a Chamonix a los 3 primeros y primeras del podio absoluto.
Ante este escenario, algunos atletas de elite han mostrado su sorpresa con la situación. Y es que, aunque muchos de ellos tienen un UTMB-INDEX muy alto, este rendimiento no les otorga más posibilidades de salir en el sorteo, ya que el índice de rendimiento de los atletas no tiene relación alguna con las Running Stones.
Además, paradójicamente, los atletas que han logrado podio en la última edición de UTMB, ya sea en la prueba de 170 km o en algunas de las otras modalidades (TDS, CCC, OCC), no han obtenido pase directo para la edición 2023 de UTMB. Es el caso de Antonio Martínez, segundo en la OCC de Chamonix en 2022. El corredor alicantino expresaba su desconcierto en un post de Instagram asegurando que “a nosotros tampoco nos ha tocado el sorteo de UTMB, y parece ser que el resultado del año pasado no es suficiente para estar en la línea de salida. Estrambótico sistema que no nos queda más remedio que aceptar”.
UTMB: el debate está sobre la mesa
El propio 10 de enero, una vez celebrado el sorteo de dorsales para UTMB 2023 y conocidos los agraciados, Pau Capell -ganador de UTMB en 2019- lanzaba en su cuenta de Twitter el siguiente debate: ¿Los deportistas profesionales de trail running merecen tener pase directo a las carreras? Fueron varios los implicados que debatieron sobre el asunto, entre ellos el propio Kilian Jornet, quien se mostraba equidistante con su respuesta: “Para mi sí y no. En una carrera donde la esencia no sea el élite no, por ejemplo Hardrock o Barkley; pero en carreras donde se visualiza la élite sí, con condiciones”.
El propio Pau Capell, a día de hoy, es otro de los atletas de elite que no cuenta con dorsal para UTMB 2023.
En la misma situación se encuentra el atleta leonés Pablo Villa, campeón de la TDS en 2019 y sin dorsal para esta edición del evento. El corredor de Adidas Terrex también comentaba el hilo de Pau Capell y escribía: “Pues yo a ver cómo saco ticket para UTMB”.
Desde UTMB, en este caso en la voz de Xavi Pocino, director de UTMB Iberia, quieren aclarar que “el desconcierto que tienen algunos atletas es porque no han asimilado que UTMB ahora es un circuito, no una carrera. Llevamos dos años explicando el nuevo método de clasificación para Chamonix, y por eso, haber hecho podio en la última edición, no otorga pase directo en sí. La ventana que ahora tienen estos atletas, de manera excepcional, es correr una prueba de UTMB World Series antes de julio de 2023”.
De hecho, simplemente con ser finishers, estos atletas obtendrían las Running Stones necesarias para validar su pase directo, no es condición tener que entrar en podio.
Así, este nuevo sistema de acceso a UTMB parece, cuanto menos, algo desconcertante para los atletas de elite, quienes hasta ahora tenían más facilidades para asegurar su plaza en el carismático ultramaratón francés. En cualquier caso, hasta julio de 2023, como apuntaba Xavi Pocino, los elite que se encuentran en la situación de Antonio Martínez, Nuria Gil o Sheila Avilés (podios en la última edición de cualquiera de las modalidades de UTMB), podrán validar su plaza para Chamonix obteniendo las Running Stones correspondientes.