¿Habéis oído alguna vez hablar del efecto placebo? Seguramente sí, y es posible que hasta alguno de vosotr@s lo haya experimentado en sus propias carnes. Se presenta habitualmente en situaciones médicas, donde se ha comprobado que si realmente crees que un determinado tratamiento funciona, acaba funcionando. Este polémico efecto se aplica también en otros muchos ámbitos, como en el de la propia psicología o el rendimiento deportivo.
Quizá el término nocebo, sin embargo, no sea tan familiar y es por eso que hoy os lo explico de forma sencilla, así como sus aplicaciones al running.
Nocebo es un término que se acuñó allá por el año 1961 por Walter Kennedy. Como casi todas las palabras de nuestra lengua viene del latín. Y significa literalmente “te voy a hacer daño”.
Si tu crees que algo va a tener un efecto negativo en ti, probablemente lo acabará teniendo. Como veis, tiene el efecto contrario al placebo. En otras palabras, si tus expectativas sobre un suceso son negativas, puede que inconscientemente actúes para que así acabe ocurriendo. Recordad que el cerebro es un “yonky” de la congruencia y hará todo lo posible para que todo cuadre.
Por eso os propongo lo siguiente. Como tener una mente de élite se caracteriza por alcanzar los retos propuestos y eliminar aquellas expectativas que no suman, os invito a confeccionar vuestra lista de “nocebos”. ¿Os animáis?
Algunos ejemplos de nocebos pueden ser:
· Interpreto mis errores como un patrón constante. Para que me entendáis sería pensar “me pongo nervioso siempre y siempre me ocurre lo mismo”.
· Mis puntos débiles son los que son. Me limitan y no hago nada para cambiarlos. Me resigno a convivir con ellos. Una conducta que reforzaría este pensamiento sería “sufro tanto en las subidas, me bloqueo tanto, que paso de las carreras de montaña y asunto arreglado”. Muy lícito, ¡por cierto! Sólo que sepáis por qué actuáis como actuáis.
· Mis sensaciones nunca se equivocan, ¡nunca! En este caso cada vez que no te “sientas bien” acabarás no rindiendo bien en carrera o entrenamiento. Recuerda que lo que sientes es lo que sientes. Ni más ni menos importante. Ni más verdad ni menos verdad. No es inamovible. Porque, ¿quién ha dicho que no sentirse bien va siempre ligado a correr mal?
¿Te has reconocido en alguna de estas maneras de funcionar? ¿Te atreves a añadir tus propios nocebos?
La verdad es que funciona muy bien resetear el cerebro para darle frescura a las piernas.
Espero vuestras respuestas.