El músculo transverso abdominal

El músculo transverso abdominal

El músculo transverso del abdomen forma una faja alrededor de la cintura, desde la zona lumbar hasta la abdominal. Es más profundo que los oblicuos y que el recto del abdomen (el de la tableta de chocolate) y por esta razón suele pasar desapercibido.

Su función principal es la de mantener las vísceras en su sitio además de colaborar con la estabilidad lumbar. Es el músculo responsable de que la presión intraabdominal pueda aumentar y así conseguir “evacuar” cuando vamos al baño. Pero también colabora cuando vamos corriendo. Al practicar deporte este músculo es primordial porque permite que los demás músculos de la zona se puedan ocupar de sus funciones principales; es decir, tener estabilidad en la zona lumbo-abdominal permite que músculos como el recto del abdomen o el psoas o los erectores de la columna no tengan que hacer trabajo extra.

El transverso del abdomen es el compañero de trabajo que parece que no está ahí o que no hace nada hasta que se pone enfermo y entre todos tenemos que hacer su trabajo. Y durante un rato no pasa nada, pero al cabo de los minutos empiezan a doler las lumbares porque alguien está trabajando de más.

Una de las principales características del transverso del abdomen es que tiene poca fuerza pero le cuesta muchísimo fatigarse. Es uno de los músculos llamados “tónicos”, que están trabajando casi todo el día y mantienen el tono corporal del cuerpo. Entonces, ¿cómo se entrena?

Para entrenar el transverso del abdomen no hace falta ir al gimnasio ni levantar pesas. Al ser un músculo con poca fuerza, su entrenamiento es más “mental” que físico. Se trata de reprogramar el cuerpo para que despierte este músculo si está dormido. Y esto se consigue con los siguientes ejercicios:

·         Barriga adentro: el típico movimiento que hacemos para esconder barriga y así poder atarnos los pantalones. Es el mejor entrenamiento para el transverso.

·         Barriga adentro y más: una vez que consigas el ejercicio anterior, tienes que complicarlo con situaciones como hablar, caminar o subir escaleras. Tienes que ser capaz de mantener el ombligo hacia dentro mientras hablas, caminas o subes escaleras.

·         Contra la gravedad: coloca el tapón de una botella de agua en el suelo y túmbate boca abajo de manera que tu ombligo quede encima del tapón. Luego mete la barriga adentro hasta que dejes de tocar el tapón (y aguanta durante 10 segundos).

·         Sinergia con los brazos: el transverso del abdomen debería activarse al mover los brazos. Para reprogramar esta función, haz ejercicios sencillos con gomas elásticas o pesas (de 0,5 o 1kg, no hace falta más), mientras llevas el ombligo hacia dentro. Puedes hacer este ejercicio tanto boca arriba como de pie.

Nunca está de más entrenar el transverso del abdomen, pero si sufres a menudo de dolores lumbares… ¡¡¡empieza hoy!!!

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