¿En qué consiste una prueba de esfuerzo?

¿En qué consiste una prueba de esfuerzo?

La prueba empieza, como explicamos en el artículo anterior, con un historial clínico (un cuestionario) seguido de una revisión clínica. Es necesario conocer las contraindicaciones para la prueba de esfuerzo . También es importante comprobar que el deportista cumple las condiciones previas a la prueba como no haber entrenado el día anterior, haber comido 2-3h antes de la prueba, no estar lesionado, no padecer ningún proceso infeccioso agudo, no competir las siguientes 24h, … Nos pesan, miden la altura y la tensión arterial en reposo. A continuación, nos preguntan por nuestro historial deportivo; los deportes que practicamos, pruebas que preparamos y tiempos. Nos lo preguntan todo. Horas de dedicación, tiempos en carreras, antecedentes familiares, etc. conocernos más a fondo para personalizar la prueba. De hecho, nos sorprende que en este caso el médico sea corredor ya que los corredores estamos acostumbrados a que nos critiquen y que nos desaconsejen por completo la práctica deportiva de correr por afectar nuestras articulaciones, por el impacto recibido en los huesos, etc. Montse recomienda la práctica deportiva pero dosificada y realizada correctamente. Esta demostrado que los atletas que practican deportes de agua tienen menor densidad ósea que los que realizan deportes de impacto como el volley o el running. Cada deporte tiene sus cosas, el no hacer nada, el sedentarismo, es mucho peor, y es por eso que recomendamos estas revisiones médico deportivas para prevenir no solo problemas cardiorespiratorios sino también posibles futuras lesiones.

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Nos colocan 12 electrodos localizados en diferentes puntos del torso para monitorizar en todo momento nuestro corazón mientras hacemos la prueba. Ver cómo se adapta el corazón a las cargas crecientes de trabajo. La intensidad de la carga de trabajo puede modificarse a través del control de diferentes parámetros físicos como velocidad, pendiente, etc. en el caso del tapiz rodante. Esto es muy importante para evitar problemas en la “vida real” ya que permite detectar aumentos anormales de tensión o frecuencia cardíaca.

Tras la explicación de la prueba, firmar el consentimiento informado, controlar FC y TA en reposo y colocarnos los electrodos (registro electrocardiográfico de 12 derivaciones), nos ponen una máscara facial para controlar nuestra respiración y análisis de gases. También durante la prueba evalúan nuestra fatiga (subjetivo completamente) según la escala de “Borg” siendo 6 muy ligero, 13 algo duro y 20 muy muy duro. La máscara a pesar de ser algo agobiante al principio, nos hacemos a ello. Empezamos la prueba caminando o “calentando”, y al iniciar el test aumentamos 1Km/h cada minuto partiendo de 6 Km/h en mujeres y 8 Km/h en hombres con pendiente constante de 1%,  hasta llegar a nuestro punto máximo. Mientras tanto, la doctora nos va preguntando continuamente cómo estamos para asegurar que todo va bien (dolor precordial, sensación de mareo,…)

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El médico durante la prueba cuenta con dos pantallas; una que recoge la valoración cardíaca  y la otra, los aspectos más relacionados con el rendimiento. Se recogen los parámetros de tensión arterial a partir de mediciones en diferentes momentos (en cada etapa), la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y el electrocardiograma de 12 derivaciones. Al finalizar la prueba se sigue monitorizando electrocardiograma, FC y se vuelve a tomar la tensión en distintos minutos para evaluar la recuperación 1,3,5 post-esfuerzo y la adaptación de estas variables. Un deportista entrenado recupera antes que otro que no. El consumo de oxígeno también mejora con el entrenamiento. El VO2max es la cantidad máxima de oxígeno que el organismo es capaz de absorber, transportar y consumir por unidad de tiempo durante un ejercicio severo. Está condicionado por la genética, la edad y el sexo, y también mejora con el entrenamiento. Esto unido a su relación con el rendimiento en ejercicios de resistencia hace que el VO2max sea probablemente el parámetro fisiológico  más estudiado.

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Es posible que nos pongamos nerviosos a la hora de realizar esta prueba (hiperventilamos o sube algo la tensión) o que por estrés no salga la prueba lo bien que debería. En tal caso, se recomendaría volver a intentar repetirla más adelante y tranquilizar al paciente. No obstante, los niveles de estrés no deberían afectar el electrocardiograma, y, por lo tanto, no sería motivo para finalizar la prueba.

Una vez finalizada la prueba, hablamos con el médico para que nos explique los resultados obtenidos. Primero hablamos de la parte de ‘salud’, el electrocardiograma y la espirometría. Nos explica cómo se ha ido adaptando la frecuencia cardiaca a la carga y hasta qué porcentaje hemos llegado sobre el valor teórico de 220 - edad. La idea es realizar la prueba hasta el máximo que aguante el paciente, hasta llegar al máximo de nuestras posibilidades porque interesa que lo demos todo ahí y ver cuál es nuestra frecuencia cardíaca máxima real, no la teórica. En cuanto a la tensión, lo normal es que suba progresivamente la sistólica (la máxima, lo que el corazón expulsa) como consecuencia del aumento de FC y contractilidad miocárdica y que se mantenga la diastólica (al relajarse el corazón). Lo que mira el médico es que el electro sea normal, que no haya ninguna arritmia, el trazado cardíaco, que no haya alteraciones isquémicas y que los datos en reposo estén bien. Continuamos con los datos de la espirometría, donde aparecen nuestros datos respiratorios, nuestra capacidad vital respiratoria.  

A continuación, nos centramos en las variables más relacionadas con el rendimiento, las ergoespirométricas; umbrales y consumo de oxígeno. El consumo de oxígeno se ve reflejado en la gráfica con una línea azul que va aumentando poco a poco con el aumento de velocidad (carga de trabajo) hasta que llega a un punto donde no aumenta más que planea, se estabiliza no aumentando aunque la carga de trabajo sea mayor. A esta situación se la llama consumo máximo de oxígeno.

El análisis de los valores submáximos de esfuerzo en una prueba de esfuerzo nos va a permitir determinar las zonas de transición metabólicas. El umbral anaeróbico es uno de los parámetros submáximos más importantes, siendo un indicador subjetivo de la capacidad funcional. El umbral anaeróbico sería la intensidad de ejercicio por encima de la cual empieza a aumentar de forma progresiva la concentración de lactato en sangre, a la vez que la ventilación se incrementa de forma desproporcionada. En este momento, disminuye el aporte de oxígeno a las células musculares (metabolismo anaeróbico, sin oxígeno), y el cuerpo empieza utilizar los depósitos de glucógeno por la vía anaeróbica, a acumular lactato – el famoso lactato. Hemos llegado en este momento a el umbral anaeróbico. El aeróbico tiene lugar cuando empezamos a acumular algo de ácido láctico por encima de los valores de reposo, que se ve mejor en las pruebas de lactato, y donde llegamos a un umbral de 45-60% de VO2max, mientras que el anaeróbico tiene lugar sobre el 75-85%. Ya no nos llega oxígeno, eliminamos CO2, hiperventilando con la sensación de fatiga y ahogo.

Durante la realización de un ejercicio físico obtenemos energía de forma aeróbica (con oxígeno), oxidación de hidratos de carbono, grasa y en menor cantidad proteínas, obteniendo CO2 que es eliminado por los pulmones. La vía anaeróbica (sin oxígeno) interviene cuando la necesidad energética del músculo no se puede satisfacer a través de la oxidación. Esta vía utilizará carbohidratos dando acido láctico. La dieta es muy importante, puesto que determina el combustible que tendremos en mayor o menor importancia durante el ejercicio influyendo en nuestro rendimiento.

Finalizamos la revisión médica haciendo un repaso de todos los datos obtenidos, cardíacos y respiratorios: Descripción de la prueba: máxima, submáxima. Protocolo de la prueba: Estadios, duración, intensidad. Motivo de finalización de la misma. Respuesta eléctrica :comportamiento del electrocardiograma, FC, FC máxima alcanzada y recuperación de FC. Respuesta tensional: TA y recuperación. Valoración funcional (VO2max, y umbrales aeróbico y anaeróbico). Estos datos también nos ayudarán de cara a planificar nuestros entrenamientos tanto de calidad como de ‘cantidad’ ya que nos permite saber cuál es nuestra velocidad media aconsejada para tiradas largas y para series cortas / largas según los resultados obtenidos. Una velocidad óptima para evitar que pasemos el umbral anaeróbico y acumulemos lactato.

Una prueba necesaria para todo corredor que quiera mejorar y cuidar su salud.

En caso de que quieras hacerte una prueba, te recomendamos que hables con tu médico y te pongas manos a la obra. Si no conoces ningún centro, echa un vistazo a los centros – como el de Sanitas en la Calle Iradier de Barcelona – adscritos en la plataforma HealthiaHealthia cuenta con centros en toda España que ofrecen todo tipo de servicios relacionados con la salud de los deportistas, no solo pruebas de esfuerzo. Encontrarás ofertas de nutrición, fisio, entrenamiento y otras consultas médicas en diferentes puntos de España como Madrid, Sevilla o Vigo. La plataforma cuenta con la colaboración de más de 400 centros a nivel nacional

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