La fuerza que hagan tus piernas al correr no es nada si no hay un centro (el core) que pueda gestionarla. El core es el chasis del cuerpo y el punto por el que pasan todas las fuerzas. Nos mantiene erguidos y canaliza las fuerzas cruzadas de brazos y piernas; además, nos ayuda a correr sin hundirnos, proyectando nuestro cuerpo hacia delante.
Para entrenarlo, es básico hacerlo de manera conjunta. En el vídeo sólo se muestran los electrodos en la parte abdominal, pero también se colocan en la zona lumbar porque lo necesario es trabajarlos conjuntamente y en harmonía.
Gracias a COMPEX, este entrenamiento es más sencillo de lo que parece. En pretemporada, cuando preparamos a nuestro cuerpo para los entrenamientos duros que vendrán después, es necesario incidir en el trabajo del core con dos o tres sesiones semanales de los programas específicos que tiene COMPEX. En las primeras sesiones puedes entrenarte de manera pasiva (sin hacer nada más que utilizar la corriente) pero pasadas dos semanas te recomiendo el trabajo activo y combinado con COMPEX, como se ve en el vídeo.
Una vez conseguido el objetivo, no lo dejes nunca y mantén por lo menos una sesión semanal de mantenimiento del core. Aunque no lo parezca, tu rendimiento deportivo depende de ello.
