En ocasiones nos obsesionamos con entrenar desmesuradamente, a veces sin reparar en si realmente estamos mejorando. Es curioso que, por casualidad, nos demos cuenta de que tal vez lo que nuestro cuerpo nos demanda es un poco de descanso para poder asimilar el trabajo realizado. En mi caso particular, recuerdo que en 2009, después de una primera parte de la temporada muy buena, de grandes resultados en ironman, tuve un mes de agosto de muy pocos entrenos. Me dejé ir bastante, incluso con la alimentación. Entrenaba un 30% de lo que lo hice durante los 6 primeros meses del año.
A mediados de septiembre tenía lugar un medio ironman en el que me hizo ilusión inscribirme. Lógicamente, tras esas semanas de bajada, iba sin demasiadas pretensiones debido a mis pocos entrenos. Pero, para mi asombro, conseguí hacer el mejor resultado de mi modesta trayectoria deportiva. Eso me dió mucho que pensar.
En primer lugar, la inmensa mayoría de los deportistas estamos sobreentrenados. Nos gusta exigirnos demasiado en cada entrenamiento y no tenemos el tiempo, ni los recursos para recuperar entre sesiones como lo hacen los profesionales. Ellos pueden reposar o dormir la siesta cada día, recibir masajes habitualmente y recibir un asesoramiento y control muy estricto de la nutrición para recuperarse mucho mejor.
El resto de los mortales tenemos que tratar de entrenar de manera inteligente. No es necesario hacer tanto volumen de entrenamientos como la mayoría de guías o planes de entrenamiento que puedas leer por ahí que recomiendan. Hay que lograr una combinación entre un peso óptimo, fundamental para los corredores, incidir en el trabajo de fuerza y darle al cuerpo algún estímulo diferente mediante entrenamientos cruzados. Se puede llegar a rendir mucho sin tener que correr siete días a la semana.
Así pues, en running.es recomendamos que no sólo se entrene de manera espartana y rutinaria. Debéis plantearos nuevas metodologías, introduciendo, como he dicho, la fuerza: gimnasio, escaleras, rampas, algo de técnica y entrenamientos cruzados. Y sobretodo debéis cuidar mucho vuestro peso. Algo fundamental para poder ser un buen corredor.