¿Has probado alguna vez las correas de suspensión para entrenar? Ya llevan varios años en el mercado y será difícil que desaparezcan. Las correas de suspensión, que nacieron en el mundo militar estadounidense, son muy versátiles y permiten trabajar casi cualquier músculo del cuerpo. Pero sus ventajas no terminan aquí: ocupan poco espacio, son portátiles y casi siempre implican a los músculos abdominales en cualquier ejercicio.
Además, los estudios han demostrado que entrenar con las correas de suspensión implica más trabajo muscular que el mismo ejercicio practicado en el suelo. Y si se comparan las correas de suspensión entre ellas, las que mayor actividad muscular generan son las que incluyen una polea intermedia. Pero cuidado, si generan más actividad muscular es porque requieren más habilidad. Es decir… aprende primero el ejercicio en el suelo y añade poco a poco la inestabilidad de las correas.
Trabaja los brazos, las piernas, los abdominales, las lumbares… y sobre todo, sé creativo. El único detalle que debes tener en cuenta es saber muy bien qué ejercicio vas a hacer y guardar un poco de fuerza para volver a una posición estable. No serías la primera persona que se queda sin fuerza y no sabe como salvar sus dientes.
Puedes coger ideas sobre qué ejercicios hacer buscando en YouTube las palabras “Suspension training”.