Entrevista Pau Capell, ganador UTMB

Entrevista Pau Capell, ganador UTMB

Hace justo 4 días que cruzaba como ganador la línea de meta de la prueba más mítica del mundo del trail running: el Ultra Trail del Montblanc (UTMB). Pau Capell ha demostrado, por segundo año consecutivo, que es el corredor más en forma del mundo de la ultra distancia. Y es que el triunfo, solvente, logrado en Chamonix, le permite alzarse nuevamente con el título del Ultra Trail World Tour. Una lesión en la rodilla le llevó al mundo de la montaña. De hecho, hace sólo 7 años que corre por el monte. Pero, junto a su entrenadora, Laia Díez, han trazado un plan que ha ido quemando etapas con el triunfo por bandera.

“Xavier Thevenard se acercó a unos 14 minutos, en el kilómetro 112 de carrera; fue el momento más duro de la UTMB”

Tras la carrera, la verdad, me costó mucho asimilar mi victoria en la UTMB. No me acabada de creer lo que habíamos logrado (responde, con total sinceridad). Ahora, toca disfrutar del momento y analizar por qué salió todo bien, según lo establecido previamente. Y pensar ya de cara al año que viene para volver a repetir una gesta de este tipo.

El día siguiente a la carrera, lógicamente, descansé por completo. Sin embargo, dos días después, el pasado lunes, ya estaba entrenando nuevamente. Esto es, volví a entrenar unas 40 horas de haber finalizado la carrera. Eso sí, mi organismo, hasta que no ha transcurrido más o menos 1 mes tras la competición, no está totalmente recuperado para volver a competir, ya que el corazón está muy cansado y hay que pausarlo un poco.

(Reflexiona un instante antes de empezar a responder). Creo que fue el hecho de gestionar la carrera solo. Se trata de lo más difícil de hacer, y más en una carrera de la magnitud de la UTMB. En una carrera de 180 kilómetros, empecé a ir solo desde el kilómetro 3. Eso, sin ninguna duda, fue lo más complejo de gestionar, mentalmente.

Llegué al kilómetro 103 de carrera, en el Grand Col Ferret, uno de los momentos más culminantes de la carrera, sin comer nada hasta el siguiente punto de avituallamiento. Estuve entre el kilómetro 103 y 112, el siguiente punto de avituallamiento, sin comer nada. Estuve esos 9 kilómetros sin comer nada, porque no tenía ganas de comer nada dulce y no tenía ningún alimento salado. De esta forma, llegué al kilómetro 112 muy cansado. En ese punto, perdí algunos minutos más de la cuenta para comer.

Laia es mi entrenadora. Y todo lo que logrado lo he hecho gracias a ella, también. Detrás de una victoria de este tipo hay infinidad de horas de entrenamiento que no se pueden desligar del resultado final. Si no dijera que este triunfo es gracias a ella sería muy injusto por mi parte. Ella sabe cómo entreno y me conoce muy bien. Juntos establecimos una estrategia de carrera muy buena. Conozca qué ritmos puedo aguantar, pero ella es la que me ayuda a diseñar la estrategia de carrera y escoger en los puntos en los que hay que reservar y en los que hay que apretar más los dientes.

No, para nada. Nuestra estrategia estaba basada en un ritmo de carrera, no en el hecho de pensar si correría solo o formando parte de un grupo. Yo llevaba los tiempos en la parte posterior del dorsal. Me los apunté la noche anterior. Yo iba concienciado en hacer mis tiempos, independientemente de los demás corredores. Cuando me vi solo al frente de la carrera, me dije a mí mismo que no debía pensar tanto en ello, en si iba solo o acompañado, sino en correr según los tiempos establecidos hasta el próximo punto de avituallamiento.

En cada avituallamiento, conocía la distancia que le llevaba a Thevenard. De hecho, en el kilómetro 112, tras el momento más duro de carrera que te he comentado antes, se acercó a unos 14 minutos. Y yo era muy consciente de ello. Tenía muy presente en todo momento que Xavier Thevenard, ganador de la carrera 3 veces, es quizás el corredor que se conoce mejor cada roca, cada punto en el camino de la competición. De hecho, no las tenía todas conmigo hasta la última subida del Col Des Montets. Después de ese punto, empecé a creerme que podía llegar a la meta de Chamonix como ganador de la prueba.

Ufff (deja caer de forma espontánea). Ordenas un poco tu vida. Es lo que te engancha del mundo del ultra trail. Estás corriendo durante tanto tiempo que puedes organizar tu vida, tus proyectos personales… piensas en la gente que te quiere, en la gente a la que quieres… Piensas en tantas cosas que es imposible que no sea una experiencia de vida, tal y como yo lo veo. Estás corriendo una vida y cuando eres consciente de esta sensación es una percepción brutal.

Los registros tienen una validez determinada, corta. Es cierto que, ahora mismo, tengo la 2ª mejor marca de la historia de la carrera, pero es algo que dentro de unos años no será así y quizás pasa a ser la 5ª mejor marca. Hay grandes corredores que la pueden superar en el futuro. Si bien es cierto que, a día de hoy, es algo que valoro de forma muy positiva. Y es fruto del trabajo junto a Laia Díez y también junto a mi nutricionista, Anna Grifols. Sólo puedo tener palabras de agradecimiento por el buen trabajo que han hecho, de ponerme a la línea de salida en las mejores condiciones posibles.

No sé si voy a estar en la línea de salida. Después de la carrera, respondí a la misma pregunta con un no categórico. Ahora, 4 días después, respondo no lo sé a la misma cuestión. Por lo tanto, si me lo preguntas la semana que viene quizás te digo que sí (y ríe abiertamente). La verdad es que no lo sé, en función de los corredores que vayan a participar en ella me animo o no. La verdad, sin embargo, es que me gustaría cerrar el triplete de la UTMB ganando la CCC. Es la única de las 3 carreras más importantes de la UTMB que me falta por ganar y me haría ilusión poder vencerla.

Para alguna gente, todo me ha ido muy rápido. Pero, desde mi punto de vista, todo lo contrario. Creo que he ido poco a poco, quemando las etapas de forma necesaria. Empecé hace 7 años, un tiempo que parece ayer, pero he ido paso a paso. Empecé en el circuito de Cataluña, después di el salto a España y después me tomé un año de transición para dar el salto a nivel internacional… y los últimos 2-3 años me lo he tomado incluso más en serio, compitiendo más alrededor de todo el mundo. Y sí, es cierto, los dos últimos años han sido muy buenos para mis intereses personales. No puedo estar más contento.

La verdad es que no tenemos grandes montañas alrededor. Únicamente nos queda Sant Ramón, una cima de unos 200 metros de altura. Y con ello nos conformamos (admite, sonriente). Pienso que, muchas veces, es más importante poder entrenar las horas que toca y, una vez has completado el entrenamiento, poder descansar y tener al lado a las personas a las que amas. Podría ir a solo a la montaña y hacer grandes desniveles, pero sin tener cerca a mis seres queridos. Estoy seguro de que no aguantaría más de 2 meses y volvería a casa, ya que mentalmente estaría destrozado. Creo que mi secreto es que tengo a la gente a la que quiero cerca, en casa, y puedo entrenar también en la montaña, aunque sean de poca altura.

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