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¿Qué diferencias hay entre footing, jogging y running

Los más viejos del lugar recordarán las dos primeras, los más jóvenes sólo la tercera. En este artículo pretendemos que conozcas las similitudes y diferencias entre footing, jogging y running, las especificidades de cada denominación y cuándo se debe aplicar cada una para no parecer un neófito.

Diferencias entre footing, jogging y running

Ninguna.

Similitudes entre footing, jogging y running

Poner un pie delante del otro de manera que en un (supuesto) momento ambos pies están separados del suelo pero sin capacidad de volar. Porque si no se llamaría volar.

Es cierto que ahora escuchar o leer footing o jogging suenan a artrosis lingüística. Quien las pronuncia posiblemente tenga un calendario colgado en la nevera tachando días para jubilarse y para los que conserven los tendones elásticos pondrán cara de qué me estás contando. Pero sí, lo que antes se llamó footing o jogging ahora se llama running. ¿Te ha explotado la cabeza? Te lo explicamos.

Footing, espanglish de los setenta

Footing es un invento del español y de los españoles, como diría Mariano Rajoy. Puede que el invento sea de alguien que debería de tener un cuñado piloto de Iberia que iba a los Estados Unidos y se creyó la mar de listo por llamarle footing al correr. Pero la realidad es que nunca al deporte de correr se le llamó footing en los Estados Unidos.

¿Y por qué se utilizó este palabro en el muy honorable castellano habiendo correr? Por esnobismo. Por tontería. Por idiocia. Y no vino del inglés, sino que aterrizó vía Francia, otros que tal bailan con la tontá. Es decir, que en vez de llamarlo correr usamos una palabra que nadie utiliza en su idioma original y que es una copia de otros que lo incorporaron no sabemos si con ínfulas de hacerse los interesantes. Tremendo devenir.

El boom del footing

El caso es que en los setenta y ochenta se empezó a correr más y más, por placer, por sentirse bien, por estar en forma y en ocasiones por medirse contra otros y contra uno mismo con un dorsal en el pecho. Durante un tiempo a esto se le llamó en España footing y de ahí a algunos países hispanohablantes que no cuestionaron el anglicismo… o eso creían. Realmente es un pseudoanglicismo, es el doble mortal de la estupidez lingüística.

Afortunadamente, los beneficios de correr sobrepasaron la frontera de la lengua y llegaron a los cuerpos y mentes de los españoles. Hordas de ellos se lanzaron a correr por parques, caminos y calles del país, y ocasionalmente también se apuntaban a carreras entre las que las maratones eran el objetivo último que se veía en ocasiones como inalcanzable. Baste la cifra de llegados a meta de 138 corredores en la Marató de Barcelona en 1978, comparado con la de 1984: 2.387. Un +1729 %. Hay cursos de finanzas anunciados en YouTube que ni te prometen este rendimiento económico.

De aquellos lodos del footing, españolizado en futin, esperemos no ser responsables de los futing que se usan en el ruso, croata, búlgaro y griego. Y si es así, disculpas. Por cierto, Fundeu recomienda no utilizarlo. Aunque la RAE lo incluye.

Fuera el footing, llega el jogging

Quizá al aumentar el nivel cultural del país o quizá por las chanzas de extranjeros, fue calando el término que, este sí, se usa (usaba) en inglés: jogging. Que es mucho mejor que correr, faltaría más. Mejor no, pero debió de molar más y durante los ochenta y parte de los noventa fue el término usado para designar correr. Y sí, era lo mismo que footing.

Lo de correr seguía siendo sano, gustaba (al que le gustaba, claro), había muchas carreras por todo el país, ya no eras un bicho raro si no hacías atletismo y sólo disfrutabas de correr. Pero tras unos años dejó de estar a la moda y decayó. Algunas carreras languidecieron, también tiendas, y aunque mucha gente seguía haciendo jogging esto del correr entró en un pequeño letargo. Hasta que llegó el running.

La reinvención de correr: el running

Porque sí, el marketing (lo que nos gustan los términos provenientes del inglés) y una nueva generación necesitaban un nuevo término para volver a denominar lo que se llevaba haciendo desde hace algún tiempo: correr. Comenzaba la era del running. Y en estas estamos. Algunos dicen que running se aplica más a gente con planes específicos y que ya van buscando marca, pero sin llegar a ser atletismo. Esto es como lo del almuerzo y el brunch. Es posible que sí, que la denominación atletismo sea la más formal para definir al deporte en su vertiente más competitiva y/o profesional, pero de ahí para abajo, si no lo llamas correr, es running. Lo mismo que hacían en chándales Karhu en los ochenta. Tu generación no ha inventado nada.

Y a la nueva denominación le ha seguido un fenomenal boom, millones de personas de todo el mundo se han puesto en forma, han disfrutado del aire libre, han relativizado sus preocupaciones y se han sentido mejor gracias al running. O al correr o como quieras llamarlo. Esto es lo que vale y lo que queda.

Porque cómo lo llamemos realmente es indiferente.

Nota: muy posiblemente en un par de décadas se llame de otra manera y habrá quien haga un artículo dejando de viejunos a los del running. Previsiblemente será reinventado con algún anglicismo acabado en -ing. ¿Alguien se anima a predecir cuál será el nuevo término?

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