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Geometría de una zapatilla de running (I): qué es el rocker

Empezamos una pequeña serie de cuatro artículos explicándote diferentes medidas de las zapatillas y para qué sirve cada una de ellas, porque evidentemente no son caprichos de los diseñadores. Comenzamos este breve serial Geometría de una zapatilla explicando qué es el rocker y para qué sirve.

Rocker o balancín

Sí, vamos a emplear anglicismos porque son los términos que se utilizan normalmente en el ‘mundillo’ y, aunque no son de nuestro gusto, ni los hemos creado o popularizado nosotros, son los de uso común. Por supuesto, incluimos la traducción.

Rocker puede traducirse como «balancín» o incluso como «silla mecedora». ¿Y cuál es la característica de una mecedora? Que te mece, claro, y para ello tiene unas piezas curvadas que permiten este movimiento.

Inspirado en las tablas de surf

Y qué tiene que ver esto con unas zapatillas. Porque para balancearse unas zapatillas no son. No, no lo son, pero espera un momento… ¿Sabes cómo es una tabla de surf? Pues tiene una forma parecida a una mecedora, la punta y la cola (parte trasera) se elevan. A esta forma de las tablas de surf se les llama rocker y hay dos (delantero y trasero), o nose y tail, nariz y punta, y levantarlas más o menos hace que sea diferente la forma en que se desplaza, flota, coge velocidad o gira una tabla de surf.

Las zapatillas casi siempre han tenido la puntera levantada del suelo, lo que llamaríamos nose rocker o balancín delantero, y es intuitivo que así sea, pues el objetivo es despegar de una forma más suave y grácil el pie del suelo mientras corremos.

Pero de unos años a esta parte esta forma de balancín se ha incorporado a las partes traseras de las zapatillas. Estas formas un tanto exageradas que a veces parecen extrañas a la vista tienen un origen: MBT. Masai Barefoot Technology o Tecnología Masai de Ir Descalzo.

Tail rocker o balancín trasero

Aunque las MBT se hicieron originalmente para andar, alguna marca vio que podría tener sentido para correr y es que si parece lógica una curva para despegar el pie del suelo también podía aplicarse una curva similar al entrar de talón (o para andar mientras corres) tiene también sentido ese pronunciado arco trasero. Así nació el tail rocker, el balancín trasero.

La utilidad de un balancín trasero pronunciado es interesante para quien entre de talón claramente y la zapatilla le ayude a rotar hacia el despegue del pie de una forma suave y sin transiciones. Y también para lo que hemos dicho de “andar mientras corres”, es decir, si combinas correr o andar en tus salidas o porque el terreno lo exija, por ejemplo para el trail running, donde andar no es opcional y un porcentaje no pequeño de un entrenamiento o competición se hace andando, aquí es también útil el rocker trasero para que esa transición entre talón y puntera —y andando todos entramos de talón— sea más natural.

En resumen, los rocker o balancines son esas formas curvas, delanteras y traseras, de una zapatilla para que el movimiento del pie en las fases de aterrizaje-transición-despegue sea lo más fluida y natural posible.

En el próximo artículo de Geometría de una zapatilla hablaremos del stack.

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