Hortelano apunta al récord de 200 en Serrahima

Hortelano apunta al récord de 200 en Serrahima

Bruno Hortelano vuelve a ser el atleta español con mayor proyección internacional tras su vuelta a la competición después de casi dos años ausente por culpa de un inoportuno accidente. Su extraordinario registro en los 400 metros (44.69 segundos) en la reunión de Madrid celebrada el pasado mes de junio, supone un nuevo record nacional de la distancia y certifica su más que completa recuperación.

Hortelano será una de las grandes atracciones de la reunión que se celebra en el Estadio Serrahima de Barcelona el próximo 11 de julio, una pista amable para los velocistas. Su récord nacional de 200 metros (20.12) corre peligro y por primera vez existe la posibilidad real de ver a un esprinter español intentando correr por debajo de 20 segundos en la media vuelta a la pista.

El atleta nacido en 1991 puede ser también el primer español en derribar la barrera  de los 10 segundos en 100 metros, pero su registro en 400 tiene más valor competitivo y todo apunta a que se decidirá por subir a esta distancia. Su vuelta a la pista de Moratalaz ha hecho visible un estado de forma ilusionante, dos años después de temer por el futuro atlético de este extraordinario velocista.

El 5 de septiembre de 2016, a las 6.59 de la mañana, el  campeón de Europa de 200, plusmarquista nacional de 100 y 200 metros y semifinalista olímpico, sufría un accidente de coche en Las Rozas (Madrid) y perdía parte de su mano derecha. “Catastrófica” decía el parte médico posterior refiriéndose al miembro dañado. Hortelano acababa de batir el récord de España de 200 en los Juegos de Río, manteniendo a flote la floja actuación española, hasta el oro de Ruth Beitia en la última jornada. Retirada la atleta cántabra de la alta competición, el español nacido en Australia era señalado como uno de sus “sucesores” a liderar el equipo nacional gracias a sus éxitos deportivos.

Bruno, nacido en Wollogong (Australia) en 1991, de padres españoles y científicos emigrados en busca de mejores condiciones laborales, estudió en los Estados Unidos y entrenó con Adrian Durant en Cornell University. En Madrid entrena con Dunia Martín, preparadora de un legendario velocista, Ángel David Rodríguez, alias “El pájaro”, desplumado de sus records por su compañero de fatigas.

Hortelano ha vuelto a su mejor nivel en pista tras una complicada recuperación. Pertenece la generación del cambio de siglo (milenial), comprometida con la renovación que necesita el atletismo español, irreconocible en algunas especialidades y acosado por la falta de recursos y los escándalos de dopaje. Una generación que sobrepasa fronteras para completar su formación,  que vive inmersa en el uso masivo de las nuevas tecnologías y que ha dado pruebas suficientes de su inconformismo.

Para proteger su mano derecha, Hortelano corre ahora con un guante negro  que remite al que usaron los velocistas estadounidenses Tommie Smith y John Carlos para reivindicar su Black Power, puño enguantado en alto en el podio de los Juegos de México 68. Su éxito en las distancias cortas también representa un cambio de paradigma atletismo español. Antes, los triunfos venían sobre todo de las carreras de fondo y medio fondo y, por supuesto, en la marcha. Ahora mandan las pruebas técnicas y la velocidad.

A los cuatro récords nacionales (100, 200, 400 y 4x100) que posee Hortelano habrá que añadir próxima y seguramente el del relevo 4x400.  El de 400 pertenecía hasta el mes de junio a Gaietà Cornet, conseguido en Montjuic ¡nada menos que hace 29 años!

De la fantástica recuperación y potencial de futuro de Hortelano habla un récord en una distancia que no frecuenta –que no frecuentaba hasta ahora- en dura competencia con Óscar Husillos (44.96 en Moratalaz), otra de las grandes revelaciones del atletismo español ante su gran reto de 2018: el Europeo de atletismo que se celebra en Berlín entre el 7 y el 12 de agosto.

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