Por desgracia, asistimos a un momento en el que la apariencia importa más que la ciencia. En la que vale más presumir de que haces algo que hacerlo. La dictadura de las redes sociales obligan a muchos atletas a ser tan buenos corredores como expertos en marketing. Es tremendamente injusto, pero son las actuales reglas del juego. Y no solo eso: además de resultados deportivos y buen manejo de las tecnologías, hay que tener un ego notable. Javi Domínguez adolece de la segunda y sobre todo de la tercera, y por eso es uno de los mejores ultreros de la última década sin el reconocimiendo que merece.
A sus 48 años acaba de firmar una tercera posición en la carismática Hardrock 100, icónica prueba norteamericana de 170 kilómetros. Hizo una carrera muy inteligente, lo que no sorprende tratándose de Javi, llegando a meta en 26 horas y 12 minutos. El corredor vitoriano siempre se ha distinguido por su agudeza a la hora de gestionar carreras de ultra-trail. Por eso sus números en el UTMB, la prueba más prestigiosa del mundo, son de auténtico crack: ostenta un podio (2013), 4 posiciones en el top-10 y ningún abandono en 7 participaciones. Máxima fiabilidad.
Pero Javi es tan humilde -y transgresor- que no tiene ni Instagram. Vive al margen de las reglas. No necesita darse notoriedad contando lo que entrena cada día, ni presumir de sus cinco victorias en Ehunmilak o de su brillante triunfo en el Tor des Geants del año 2017. A pesar de su aversión a las redes sociales, no le han faltado patrocinadores. Vibram apostó fuerte por él y por eso durante tantos años le hemos visto corriendo de negro y amarillo. Por suerte, hay marcas que siguen valorando más al deportista que al marketinero.
El mérito de Javi Domínguez se multiplica si todos coincidimos en señalar que el ultra-trail es posiblemente la disciplina deportiva más exigente del mundo. La que demanda más horas de entrenamiento, más fortaleza mental y más preparación física para que el cuerpo soporte semejante volumen de horas en competición sin lesiones ni enloquecer. Por eso mantenerse en la cresta del trail running durante tantos años es tan improbable. Solo unos pocos elegidos lo han conseguido Y Javi es uno de ellos.
Con casi 50 tacos, Javi Domínguez es de esos ‘viejos rockeros’ que siguen presentando batalla. Un tipo respetable del que los atletas jóvenes pueden y deben aprender. Un corredor excelso que no necesita publicar cada día lo bueno que es (aunque todos lo sabemos).