Kilian Jornet ha hecho historia. Bueno, más que hacer historia, la ha creado, ya que nunca nadie había subido al Everest, la cima más alta del mundo con 8.848 metros sin oxígeno ni cuerdas fijas. Pero es que además, lo ha hecho dos veces con apenas una semana de diferencia.
Nuestra compañera Rosa M. Bosch, de La Vanguardia, lo ha entrevistado. Puedes leer la entrevista completa aquí (ENTREVISTA).
Desde Running.es queremos destacar algunas de sus declaraciones, aunque te recomendamos que te la leas entera:
“No lo celebré. Además, en casa me echaron bronca por no llevar sistema de comunicación. Quería ir sin radio ni teléfono satélite para no tener ningún apoyo externo”.
“Subí la segunda vez porque disponía de días suficientes y en el campo base no tengo nada mejor que hacer, no me gusta jugar a cartas. Además, como en la primera cumbre me encontré mal, tenía la espina clavada y quería ver cómo sería si me sentía bien”
“Es bonito, la puesta de sol, ver a la gente subir por ambas vertientes. Disfruté el día que llegué hasta los 8.400 metros para aclimatar, subiendo hice un sprint de unos 50 metros para ver si era posible correr allá arriba y descendí corriendo y saltando”.
“Ha habido veces que he llegado a casa y al día siguiente me he dicho eres gilipollas, por hacer cosas que están muy bien pero que no debería haber hecho”.
“No sé si volveré pero ideas me quedan, depende de otros proyectos, de la motivación, de la gente con que te encuentras...”.