El archifamoso corredor de montaña Kilian Jornet ha vuelto a pincharse un dorsal y a ganar. Por convicciones medioambientales y porque no siempre hace falta irse lejos para disfrutar de una competición que te da lo que le pides, este finde Kilian Jornet vuelve a correr y a ganar tras recuperarse de dos costillas rotas… y este dato no era conocido.
Dos costillas rotas y una cadera dañada recuerdo del Everest
Lo último que sabíamos de él es que estuvo en una expedición en el Everest por el corredor Hornbein, un difícil corredor no apto para la mayoría de alpinistas. No hizo cima y fue arrastrado por una pequeña avalancha de unos 50 metros. Decidió que se bajaba y supusimos que ya debía haber jugado demasiado con su suerte o que las condiciones de la nieve no eran las adecuadas. Pero había más.
Lo que no era tan conocido es que tenía dos costillas rotas y una lesión en la cadera fruto de esa avalancha. Fue bastante más serio de lo que muchos creían y la bajada debió de ser más penosa de lo que contó en su día. No es la primera costilla que se rompe, hacia 2015 tuvo otro accidente y curiosamente este mismo año su pareja, Emelie Forsberg, también se rompió otra costilla. Es lo que tiene «jugar» en las montañas, que tiene sus riesgos, deben conocerse y aceptarse si quieres que las montañas sean tu terreno de juego y ambos lo saben bien.

Kilian Jornet ganar tras recuperarse de dos costillas rotas en la Isfjorden Skyrace
Una vez que estas «pequeñas lesiones se han ido» (¡dicho por él!) pudo plantearse volver a la competición y lo hizo en una carrera local, Isfjorden Skyrace, que posiblemente no conozcas. La distancia de Kilian (23 km, +1900 m) la venció con pocos segundos más allá de las dos horas y media. El terreno, técnico, con barro y nieve (la organización tiene a bien tallar unos escalones en ésta en las partes más empinadas) no era el más rápido pero aún así la media es a unos buenos 6’31″/km.
¿Buenos? Recuerda el desnivel, +1900 m. Haciendo un cálculo mnemotécnico (el equivalente a campos de fútbol/hectárea en los incendios forestales), +1900 m equivalen a más de 600 pisos. Correr 23 km mientras subes 630 pisos a 6’31″/km es un muy buen ritmo.
Nociones básicas de kilómetros-esfuerzo
¿Cuánto sería en llano? Esta es una ciencia de difícil equivalencia y poca exactitud por eso es normal en el trail running hablar de kilométros-esfuerzo. ¿Y eso qué es? Sencillo: el equivalente a cuál sería la distancia en llano si «aplanásemos» el desnivel y añadiésemos el equivalente de esos metros en subida por la pérdida de tiempo que implican. Según un reconocido entrenador de trail running, Eduard Barceló, esos 23 km y +1900 m equivalen a unos 40 km llanos. Y 2h30′ en 40 km ya son 3’45″/km… sin contar la técnica. Contar la pérdida de tiempo que supone un terreno de hierba, piedras, barro o nieve requiere otros cálculos pero lo que es seguro es que siempre ralentizan, ¿cuánto? Es difícil valorarlo pero qué menos que 15-30″/km. ¿Estaríamos hablando entonces de que, aproximadamente, el ritmo equivalente pueden ser 3’15»-3’30″/km? Puede ser, contando con cierto margen de error.

Lo que sí queda razonablemente claro es que Kilian ha vuelto y no se le ha olvidado correr. Si el otro día hablábamos de su nuevo documental y están los aficionados a la espera de que contase cuál iba a ser su temporada atlética 2023 de la que sólo anunció como segura la Sierre-Zinal (12 de agosto) con el contratiempo del accidente en el Everest es normal que ahora sepamos menos aunque él probablemente habrá sacado conclusiones de esta primera toma de contacto en la competición Noruega.