Kipchoge exprime su naranja

Kipchoge exprime su naranja

“Hombre del Año” para Track&Field, mejor deportista internacional 2018 para la agencia EFE junto con la gimnasta Simone Biles, Eliud Kipchoge sigue recibiendo el reconocimiento de la mayoría de los medios de comunicación gracias a su extraordinario récord mundial en maratón conseguido el pasado mes de septiembre en Berlín. Y a una carrera deportiva en constante progresión.

Con Usain Bolt intentando meter goles en la liga australiana, Kipchoge toma el relevo como atleta más reconocido y exitoso del último lustro. Al inimitable jamaicano y al keniano les une Berlín y un mismo destino: ser los mejores y marcar época en lo suyo. Del más rápido al más resistente. De los 100 metros lisos al maratón. Del atleta más extrovertido y seguramente más popular en la historia del atletismo, al humilde trabajador del asfalto, un Grande para millones de aficionados a las tiradas largas. Más de 42 kilómetros les separa, aunque  les une ser los mejores explorando los límites del ser humano. Bolt, apodado El Relámpago,  como el más veloz de la historia, 9.58 segundos en 100 metros y 19.19 en 200,  récords que van a cumplir una década, logrados en el Mundial de Berlín 2009. Y Kipchoge como el más resistente: 2.01.39 horas en el maratón de la capital alemana del pasado mes de septiembre.  Dos corredores que marcan los albores deportivos del siglo XXI con registros que colman esa debilidad tan humana de querer anticiparse al futuro.  

Kipchoge (34)  es tan solo dos años mayor que del  meteorito jamaicano, entretenido ahora jugando al fútbol en una especie de descompresión deportiva como en sus célebres  reggae-nights, en las que celebraba hasta el amanecer sus destellos de unos cuantos segundos sobre la pista. Como Bolt, Kipchoge ha hecho carrera sin moverse de su país, utilizando todos los avances técnicos y humanos de los que disfruta cualquier corredor de élite de un país rico y con tradición deportiva. Su globalizado método de entrenamiento y preparación no renuncia al espartano estilo de vida que hace campeones a los habitantes del Rift Valley.  Kipchoge sigue lavando sus calcetines a mano en Kaptagat, pero corre con las revolucionarias Vaporfly, las bambas naranja fosforito con las que en 2017 intentó romper la barrera de las dos horas en maratón (Breaking2), un proyecto apadrinado por el fabricante de sus innovadoras zapatillas. Tan eficaces – se especula que con una respuesta a la impulsión superior al 4% sobre el resto de material de parecido rango- que  su versión comercial también causa furor, al parecer,  entre los runners de a pié. El keniano se quedó a 25 segundos de alcanzar su objetivo de menos de  2 horas en maratón en el circuito de Monza, rodando más cerca de los 2.50 minutos por kilómetro que de los tres. Kipchoge, con tres hijos,  un oro olímpico en maratón, el récord mundial de la distancia – el oficial y el oficioso- y camino de los 35,  asegura que volverá a intentarlo en 2019.

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