La importancia de la irrigación

La importancia de la irrigación

Los huesos están perfectamente vascularizados (irrigados) para que el aporte de sangre sea constante y abundante. Es muy difícil fracturar un hueso, pero si eso sucede sin duda se rompen también algunos vasos sanguíneos y aparece un moratón enorme. Al principio puede asustar, pero es una buena señal: la sangre llegará pronto al lugar de la lesión y pronto se curará. La mayoría de fracturas se han consolidad en apenas 21 días. 

 

Pero los tendonesson otro cantar. La sangre llega ahí con mucha dificultad y en algunas zonas peor que en otras. Los especialistas dividen el tendón en tres zonas: la unión hueso-tendón, la unión músculo-tendón y la zona intermedia 

 

Las dos primeras se defienden más o menos bien en el aporte de sangre (sobre todo la unión músculo-tendón) pero la zona intermedia es casi terra incognita. Los vasos sanguíneos que llegan ahí son muy pequeños y en el caso de tener que reparar una lesión van a necesitar semanas y semanas de trabajo para llevar todos los nutrientes necesarios. Esta es la razón por la que algunas partes de nuestro cuerpo cicatrizan tan rápido (la piel, por ejemplo) y otras se alargan en el tiempo. Todo depende de la irrigación. 

 

Pero algo podemos hacer al respecto. El ejercicio físico aumenta la irrigación del tendón, pero otros factores como la edad juegan en su contra. Así que si te lesionas el tendón, cúbrete de paciencia y realiza ejercicios excéntricos, pero ¡¡hazlo rápido que la edad no juega a tu favor!!

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