La interesante historia de los dos últimos clasificados del maratón Río 2016

La interesante historia de los dos últimos clasificados del maratón Río 2016

Cualquier corredor que participa en un maratón, cualquiera que sea, es testigo en primera persona de una experiencia única e irrepetible. Sí, se podrá correr otra edición de la misma maratón, pero no será lo mismo que la primera vez. Hace unos días, en los Juegos Olímpicos de Rio 2016, se disputó el maratón Olímpico masculino, en el que salieron un total de 155 corredores de los que llegaron a meta 140. De los corredores de este maratón cabe destacar, también, los dos últimos que llegaron a meta, con unos datos muy interesantes que he podido averiguar.

Methkal Abu Drais fue el último en cruzar la línea de llegada con un tiempo de 2h46.18. El atleta que representaba a Jordania, sufrió grandes desfallecimientos, pero se mantuvo como pudo para llegar a meta y lo consiguió. Abu Drais es un atleta maratoniano de élite, con una marca de 2h17 en enero de 2015 en el maratón de Marrakech. ¿Qué le debió ocurrir para llegar a tardar media hora más que su mejor marca apenas conseguida un año atrás? Es bastante, por no decir muy curioso. En corredores populares puede pasar, pero no es para nada normal en atletas de alto nivel. ¿Tal vez saliera lesionado? ¿O se lesionó durante la misma? No lo sé. No lo he podido saber.

En cualquier caso, lo que le igualaba a un corredor anónimo era su enorme alegría al cruzar la meta. Parecía que había alcanzado la marca de su vida, y no era así en absoluto. Sea como fuere, debemos felicitarle por haber querido terminar la maratón a pesar que el registro le perjudica a su brillante currículum deportivo: además de haber conseguido el tiempo de 2h17, también ganó el maratón de Estocolmo de 2012.

El otro caso curioso que debo comentar es el del penúltimo en cruzar el arco de llegada, el japonés Kuniaki Takizaki. Su tiempo fue de 2h45.55. Él no es un atleta de élite. De hecho, y a diferencia de casi todos los participantes en el maratón Olímpico, no es ni deportista profesional. Es uno de los nuestros: un corredor popular que le gusta correr maratones. Ha hecho unas cuantas, y su máxima ilusión era la de ser maratoniano olímpico.

Como le era imposible correr representando a Japón porque sus marcas son modestas y de ninguna manera podía conseguir la mínima, se nacionalizó camboyano en el 2011, donde le exigían mucho menos, con la idea de correr en los Juegos de Londres del 2012. Pero el Comité Olímpico no le dejó participar porque sólo hacía un año de su nacionalización.

Pero el hombre puso toda su ilusión en los Juegos de Río de cuatro años más tarde. El proyecto se hizo realidad. Y el mes de julio de este mismo año fue seleccionado por Camboya para representar al país tras la victoria conseguida en un maratón del país asiático, llegando catorce minutos antes que el segundo clasificado.

Takizaki terminó la maratón de Río exultante, aunque con algunos síntomas en el rostro de deshidratación. Afirmo sentirse campeón por haber pisado la meta del maratón de los Juegos. "Estoy lleno de felicidad, he llegado a la meta del maratón de los Juegos Olímpicos. Nada es tan bonito como esto".

Ahora, tras finalizar los Juegos de Río, vuelve a su trabajo. Como decía al principio, es un corredor popular. Trabaja de humorista (de payaso, si no fuera que la palabra puede parecer despectiva). Su nombre artístico es Hiroshi Neko. Pequeño, 145 centímetros de altura y tan sólo 45 kilos de peso, es un cómico de éxito que hace incluso películas. Su fama, por cierto, le sirve para promocionar carreras donde recauda dinero para ayudar a los jóvenes deportistas de Camboya.

En la llegada, Takikazi y Abu Drais se unieron en un abrazo. El uno y el otro, a buen seguro, habían escrito con sus pasos y por motivos muy diferentes una espléndida página en los recuerdos de su vida.

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