Lasse Viren (22-07-1949; Myrskyla, Finlandia) era un chico de campo que vivía en un pequeño pueblo finés, rodeado de bosques, lagos, extensas praderas y empinadas colinas. Corriendo por los oscuros caminos que llevan a pueblo, cercano a la capital Helsinki, Viren entrenó duro y destacó desde joven. Rápidamente se convirtió en la gran esperanza del atletismo finlandés gracias a su enorme progresión.
Su duro y metódico entrenamiento, que llegaba a realizar corriendo sobre dunas de arena, le sirvió para llegar bien preparado a los Juegos Olímpicos de Munich (1972). En la cita alemana, la final de los 10.000 metros transcurría rapidísima, cuando, Viren y Gammoudi tropezaron y se fueron al suelo. El tunecino tuvo que abandonar la prueba dolorido y Viren se levantó con rabia y siguió corriendo. En una exhibición de fuerza, recuperó en poco más de una vuelta los 30 metros que había perdido respecto al grupo de cabeza, entre los que se encontraba el español Mariano Haro, que acabó cuarto. Viren se impuso al sprint el belga Puttemans con un tiempo de 27:38.4, lo que suponía un nuevo récord mundial en uno de los mejores 10.000 que se recuerdan. También ganó el 5.000, por lo que emulaba medio siglo después a los principales exponentes de la escuela finlandesa (Kolehmainen, Nurmi y Ritola),
Viren era básicamente un atleta ‘olímpico’. Pensando casi exclusivamente en los Juegos, ‘desaparecía’ de la escena internacional y rechazaba casi todas las propuestas para asistir a carreras. Él prefería centrarse en hacer entrenamientos en altitud -una innovación en aquella época-en los Pirineos y en las montañas de Colombia y Kenia. No dejaba de entrenar ni un solo día, haciendo siempre dos o tres sesiones diarias. Combinaba mucho volumen (8.000 kilómetros al año) y mucha intensidad -“hasta 273 cambios de ritmo diarios", decía su entrenador Haikkola-.
En Montreal ’76 su dominio aún fue más aplastante. Ganó de nuevo el 5.000 y el 10.000, convirtiéndose de este modo en el único corredor en conquistar este agotador doblete en dos Juegos Olímpicos consecutivos. Pero quería más. Y se veía tan sobrado que también probó suerte en el maratón, sólo 18 horas después de la final de los 5.000. Pero fundido por el esfuerzo de los días previos sólo pudo ser quinto (2:13'11). Su merecida fama en Finlandia le ayudó en su carrera política, llegando a ser parlamentario, entre 1999 y 2007, por el conservador Partido de Coalición Nacional.