Lesiones: Osgood-Schlatter

Lesiones: Osgood-Schlatter

El deporte en las edades tempranas es muy importante, pero todavía lo es más saber dosificarlo. Se puede entrenar a muy alta intensidad con los niños y niñas y obtener buenos resultados deportivos tanto en el presente como en el futuro; pero siempre que se lleve un control estricto de las cargas y no se supere nunca la tolerancia de las estructuras. Cuando esto pasa aparecen lesiones como la de Osgood-Schlatter.

Esta lesión se caracteriza por una proliferación ósea en la parte superior de la tibia (debajo de la rodilla, donde se inserta el tendón rotuliano). Lo causa el trabajo excesivo de saltos y caídas (sobre todo si es en superficies duras). En esta situación, el tendón rotuliano tira y tira de la tibia con tanta fuerza que pueden pasar dos cosas: una fractura por avulsión de la tibia (un fragmento de hueso se desprende de la tibia) o un crecimiento desmesurado del hueso para evitar la fractura por avulsión. Es decir, el hueso se hace más grande en ese punto para evitar romperse.

Con el tiempo, el hueso ha crecido tanto que parece que el niño o la niña tenga dos rótulas, una debajo de la otra. Y lo más habitual es que sólo presente dolor al realizar ejercicios que impliquen al músculo cuádriceps, así que el tratamiento consistirá en reducir los impactos, reducir la tensión en el tendón rotuliano y, en menor medida, rebajar la sensación de dolor con analgésicos.

Por suerte, el atletismo no es el deporte de mayor incidencia en Osgood-Schlatter, pero eso no significa que no se den casos. 

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