Los beneficios del Aceite de Oliva Virgen Extra para deportistas

Los beneficios del Aceite de Oliva Virgen Extra para deportistas

El aceite de oliva virgen extra es un alimento que debería formar parte de nuestra dieta diaria.

No es la primera vez que incidimos en esto, las grasas son esenciales para todos y también para deportistas, pero no todas son iguales. Es importante elegir las grasas que incorporamos en nuestra dieta adecuadamente. Ya sean alimentos ricos en grasas como los frutos secos o el aguacate, como el aceite con el que cocinamos.

Uno de los pilares de la dieta mediterránea es el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE). Un producto que tiene multitud de beneficios y que por lo tanto debemos incorporar en nuestra dieta. Un alimento rico de sabor y de nuestra tierra.

A pesar de ser más caro, el AOVE nos interesa más. Este aceite no tiene defectos organolépticamente y su grado de acidez es inferior a 0,8º, mientras el Aceite de Oliva tiene más. Ambos pasan por procesos de centrifugación y de prensado, aunque el AOVE es libre de AG libres y tiene mayor cantidad de polifenoles ya que su procesado es más delicado. No se usa ni calor ni productos químicos.

Muchos habrán oido hablar de los beneficios de los polifenoles del vino. Un grupo de sustancias químicas encontradas en plantas caracterizadas por la presencia de más de un grupo fenol por molécula, que podemos encontrar en las uvas. No obstante, aunque en antaño se recomendaba el consumo de una copita diaria por esto, existen muchas mejores fuentes de polifenoles.

En el caso del aceite de oliva virgen extra, los polifenoles protegen a los ácidos grasos frente a la oxidación. Esto evita que las grasas se oxiden en el torrente sanguíneo y formen placas de ateromas en los vasos sanguíneos.

Es importante que el aceite sea virgen y no refinado, así como el año en que se recogió la uva y que tuvo lugar su procesamiento. Como hemos dicho antes, en el refinado perdemos polifenoles, además de vitaminas y otros compuestos de interés.

Las investigaciones realizadas a lo largo de los años sobre nuestro oro líquido, muestran una gama creciente de beneficios para la salud de los atletas.

Estos incluyen efectos positivos en:

  • Inflamación y lesión.  Los compuestos fenólicos del aceite de oliva poseen propiedades antiinflamatorias. Estas tienen un impacto beneficioso sobre el perfil lipídico, y mejoran los marcadores de estrés oxidativo. Estas propiedades antiinflamatorias son de gran interés para deportistas ya que al hacer deporte puede provocar diferentes tipos de inflamaciones. De hecho, el AOVE es como un ibuprofeno natural que debemos consumir a diario.

  • La salud ósea. De acuerdo con un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBEROBN) y la Universidad Rovira i Virgili (URV) el consumo de aceite de oliva virgen extra reduce un 51% el riesgo de tener una fractura osteoporótica.

  • Salud cardiovascular (corazón). Sobre esto ya hemos hablado y diversos estudios lo corroboran, como este. En gran parte por su contenido en polifenoles además de otras vitaminas antioxidantes como la E y ciertos ácidos grasos esenciales.

  • Control de peso. Pese a su importante contenido calórico, el estudio PREDIMED ha demostrado que el consumo diario de aceite de oliva, dentro de la Dieta mediterránea, combate la obesidad. El consumo de AOVE consigue aumentar el colesterol HDL (colesterol bueno), reducir los niveles de glucosa en ayunas y reducir inflamaciones.

  • Control de glucosa en sangre. También hemos encontrado información al respecto en estudios españoles. Según uno realizado por científicos de la Universidad del País Vasco (UPV / EHU), el aceite de oliva virgen extra ayudaría a eliminar, a largo plazo, la medicación en algunas personas con diabetes tipo 2, siempre que mantengan una dieta mediterránea de forma saludable, en la que esté presente con frecuencia el consumo de este producto.

Los expertos de PREDIMED recomiendan una ingesta diaria de unos 40 mililitros (37 gramos) de aceite de oliva al día para recibir todos los efectos beneficiosos de este alimento, aunque la EFSA indica que con 20g ya sería suficiente. 20g serían el equivalente de dos cucharadas de aceite de oliva al día. Lo ideal por lo tanto, sería consumir entre 2 y 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.

Puedes usarlo para cocinar o tomarlo crudo en ensaladas, verduras o sobre tus tostadas con tomate y sal.

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