Es posible que nunca hayas visto a nadie usar los bastones de marcha nórdica, pero seguro que estarás familiarizado con ellos si tienes amigos extranjeros o has visitado algún país del norte de Europa. La gente que los utiliza no lo hace porque le falte equilibrio, más bien porque conocen los beneficios que tiene esta actividad. Y así lo has demostrado unos investigadores japoneses.
En el estudio de Takeshima et al., compararon a cuatro grupos de personas de más de 60 años que entrenaron de manera diferente durante 12 semanas: tres días a la semana de marcha nórdica (grupo 1), tres días a la semana de andar rápido (grupo 2), dos días a la semana de gimnasio con gomas elásticas (grupo 3) y nada en absoluto (grupo 4).
Mientras que los tres métodos de entrenamiento mejoraban con respecto al grupo que no hacía nada, el grupo de marcha nórdica era el que mejoraba de manera más global, tanto la fuerza (el grupo 2 no la mejoraba) como la resistencia aeróbica (el grupo 3 no la mejoraba).
Es posible que no te haga falta la marcha nórdica si eres un corredor en activo, pero no desprecies sus beneficios. Y todavía añado más: úsala como actividad de transición de una temporada a otra o para los días de descanso activo. Es más fácil que ir a nadar y tu cuerpo estará mejor prevenido contra las lesiones.
Puedes leer el estudio completo aquí.