En los inicios del running es relativamente sencillo mejorar si nunca, o casi nunca, habías corrido con anterioridad o no te lo habías propuesto hacerlo como hobby. Tal vez si que realizaras un sprint para no perder el autobús, pero nada más. Lo complicado es mejorar una vez alcanzas cierto nivel de rendimiento. Ese período en el que te estancas como corredor y no consigues bajar tu tiempo, realizar entrenamientos más rápidos, bajar las pulsaciones yendo al mismo ritmo o, simplemente, la recuperación después de una carrera no es tan buena como desearías. Decimos la recuperación porque también es algo que se entrena y que con el paso del tiempo disminuye el período.
Si estás en el período de no progresar ya sea porque estés en los inicios del running o tras uno años de competición, te damos algunas de las causas que puede estar afectando a tu estancamiento.
Diario de entrenamiento
¿No lo tienes? Pues lo primero que puedes hacer es crearte uno. Ya seas un corredor novato o alguien con unas cuantas carreras en sus piernas, es necesario tener uno para observar tus progresos.
Con un diario de entrenamiento podrás analizar si está funcionando bien o no el plan que llevas. En este pequeño librito deberías anotar los kilómetros recorridos, el tiempo y el ritmo, así como las sensaciones que te ha transmitido el entrenamiento. Vale que si tienes un pulsómetro con gps ya te muestra los datos cuando lo enchufas en el ordenador, pero apuntado en forma de cuadro en una hoja de papel te será mucho más visual.
Monotonía de entrenamiento
Si te aburres en tus entrenamientos, no disfrutas corriendo, te tocan unas series pero decides ir a correr libremente, tal vez sean las consecuencias por culpa de un plan de entrenamiento demasiado repetitivo en el que pierdes la motivación. Si sigues haciendo lo mismo no mejorarás. Combina distintos tipos de entrenamientos: series, fartlecks, cuestas, tiradas cortas, tiradas largas, entrenamiento de descarga, entrenar por la montaña, etc para encontrar solución a esto. También puedes optar por un entrenamiento cruzado, haciendo sesiones de fuerza, entrenamientos de ciclismo o natación. En la variación está el gusto.
El descanso
¿Haces una recuperación adecuada o eres de los que entrena día si día también? Uno de los aspectos que más se debe tener en cuenta para progresar en tus carreras es el descanso. Todos los atletas de élite se toman el descanso muy en serio porque saben que es cuando realmente el cuerpo asimila el resultado del entrenamiento, las células se regeneran y recuperas el estado ideal para afrontar una nueva sesión de entrenamiento. Aunque no seas un corredor profesional y tus entrenamientos no sean iguales que los de ellos –en cantidad y calidad- también debes descansar para recuperarte.
¿Verdad que después de una carrera descansas unos días de entrenamiento? Por la exigencia física que genera el cuerpo lo necesita. Tal vez salgas a correr, pero solo correr, sin buscar tiempos con la idea de realizar una recuperación activa. Pues con los entrenamientos exigentes sucede lo mismo. Deberías dedicar mínimo un día a la semana a descansar, dependiendo del nivel de tus entrenamientos y tu forma física. Además, cuida tu alimentación e hidratación, factores muy importantes para conseguir una correcta recuperación.
Muy relacionado con el tema descanso y recuperación. El cuerpo es sabio y sabe cuando debes hacer un período de relax para recuperarte lo mejor posible, además de decirte en cada entrenamiento cómo vas. Un día puedes salir a un ritmo concreto y unas pulsaciones determinadas, pero otro día tal vez salgas al mismo ritmo pero con pulsaciones más elevadas. En parte puede ser motivo de la energía que tengas pero por otra parte también puede ser tema de descanso.
Tu cuerpo también te avisará en caso de tener alguna molestia que pueda derivar en una lesión. Así que hazle caso, porque no habrá nadie mejor para decirte cuando debes tomarte unos días o saltarte una sesión.