Hay vida después del fútbol y el entrenador del Fútbol Club Barcelona lo ha demostrado desde su retirada del césped con la práctica a fondo de otros deportes, eligiendo especialidades sólo aptas para sufridores.
Luis Enrique, que acaba de cumplir 45 años, ha seguido manteniendo como pocos las ganas de probar cosas nuevas. Dotado de una verdadera mentalidad deportiva, ha sabido afrontar nuevos retos cuando, llegado el momento, dio por finalizada su brillante etapa como futbolista en 2004, en la que no falta una medalla de oro olímpica lograda en los Juegos de Barcelona-92.
Tras un paréntesis para practicar surf en Australia, decidió que su siguiente objetivo era bajar de tres horas en maratón. El ex futbolista asturiano se instaló en Gavá y pronto los runners locales empezaron a reconocerlo en la Carretera de les Aigües, el Canal Vert de Olot o en la montaña de Granollers. Lo intentó tres veces; primero en Nueva York 2005, donde le sobraron casi 15 minutos (3.14.09.); luego en Amsterdam, donde casi consigue acabar en tres horas, y finalmente logró su objetivo a la tercera, en el maratón de Florencia 2007.
Entre maratones y carreras de ruta como la Behobia, Luis Enrique probó entre otras la marcha cicloturista Quebrantahuesos en 2005. Su siguiente paso estaba cantado: el triatlón, aunque la natación se le atragantara a veces. Completó el Ironman de Frankfurt en algo más de 10 horas y el triatlón olímpico de Banyoles en 2007, un año que remató al conseguir su objetivo de correr por debajo de tres horas en maratón, sólo cuatro años después de su retirada como futbolista profesional con 34 años de edad, y de haberse marcado un nuevo reto deportivo en el atletismo de ruta.
Del asfalto a la arena. Su siguiente desafío fue el Marathon des Sables, considerada como la prueba más dura del mundo. Para demostrar que también sabe sufrir, copio lo que el nuevo técnico del FC Barcelona para la próxima temporada escribió en su blog luisenrique21.com sobre su experiencia en Sables 2008:
“Dormir en el suelo, con piedras clavándose en tu cuerpo, aguantar ventiscas, que se te caiga la jaima encima por la noche, hacer tus necesidades a la vista de todos y ver cómo las hacen los demás, comer poco, pasar frió y calor en breve espacio de tiempo, soportar ronquidos y tener racionada el agua forman parte del viaje de la Maratón de Sables y que te aseguro formará parte de un recuerdo imborrable en tu vida.”
En la actualidad, Luis Enrique sigue entrenando y compitiendo, aunque esto último con menos asiduidad de la que le gustaría. Nunca ha llevado demasiado bien las aglomeraciones que se forman entorno a él debido a la fama y sus éxitos deportivos cada vez provocan más tumultos y repercusión. Últimamente le hemos visto compitiendo corriendo en la Aurun Sunset Beach, una carrera por la playa en la que participó en la distancia de 10k, y en pruebas cicloturistas como la Irati Xtrem junto a su amigo Juan Carlos Unzué.