La Habana es una de las ciudades más exóticas del planeta y, por ende, un lugar ideal para disfrutar del maratón. Cuba es un país con mucha más tradición maratoniana de la que muchos corredores pueden pensar; por eso el próximo 19 de noviembre celebran la 37ª edición de Marabana, apelativo con el que popularmente se conoce al Maratón de La Habana.
Certificado por la World Athletics, Marabana destaca por su alta participación, con muchos miles de corredores llegados de otros países, alcanzando un total de 63 nacionalidades el pasado curso. Las inscripciones para la edición de este año ya están abiertas en su página web por un precio de 95€ por dorsal.
Al igual que hacen otros grandes eventos internacionales, Marabana no solo ofrece la mítica distancia de 42,195 kilómetros en su programa. Así, también encontramos una prueba de 21,097 kilómetros (media maratón, 75€ el dorsal), otra de 10 km (65€ el dorsal) y otra de 5 km (65€ el dorsal). Disciplinas para todas las preferencias que logran dar cabida a todo tipo de corredores.
Recorrido atractivo por zonas emblemáticas de La Habana
Como no podía ser de otra manera, la prueba recorre los lugares más icónicos de la capital cubana, aquellos que cautivan a sus visitantes y que han convertido a La Habana en una de las ciudades más atractivas de Latinoamérica. El epicentro del evento es la Sala Ramón Font, al lado de la Plaza de la Revolución, donde nace y muere un recorrido circular de 21,097 km al que se puede dar una vuelta –media maratón– o las dos vueltas para completar la distancia de Filípides.
Marabana se caracteriza por ser una prueba con un alto grado de humedad y un recorrido llano a nivel del mar. Además, para evitar las altas temperaturas que registra la capital cubana, la salida se da a las 6:30 h de la mañana. El límite de tiempo para terminar el maratón es de seis horas y media, mientras que el medio maratón tres horas.