El pasado 24 de Abril tuve la suerte de correr el Maratón de Londres. Lo afrontaba con muchas esperanzas de vivir un día inolvidable debido a las buenas referencias que tenía de esta carrera, pero también con cierto miedo a la decepción por culpa de las elevadas expectativas. Hasta entonces había corrido 8 maratones en 6 ciudades distintas, y a pesar de haber disfrutado todos y cada uno de ellos, la realidad era que desde que en 2013 corrí en Nueva York, ninguna otra carrera había podido igualar las sensaciones de ese día. ¿Lo conseguiría Londres?
Terminada la carrera, mi amigo Isidro me hizo la pregunta esperada: ¿NY o Londres?
Pues bien, dos semanas después de Londres, y con las emociones algo menos a flor de piel, seguía sin ser capaz de emitir un veredicto definitivo sobre cuál de estas dos magníficas carreras era mi favorita.
Esto en sí ya era un halago extraordinario para el maratón de Londres, pero no respondía a la pregunta que me había comprometido a responder en forma de artículo. Tenía que cambiar de enfoque, así que decidí convertir mi artículo en un comparativo de las distintas facetas que para mí conforman la experiencia global de un maratón. Este es el resultado:
Ambiente en la ciudad los días previos
PUNTO PARA NY. En esta faceta Nueva York destaca claramente sobre Londres. En NY percibes claramente desde los días anteriores que la ciudad está volcada con la carrera, y en nuestra experiencia, esto fue menos claro en Londres.
Feria del corredor
PUNTO PARA NY. Aquí no hay color. La expo de NY supera a la de Londres en todo, y de manera muy especial, el stand del patrocinador deportivo principal es mucho más impactante en NY tanto en tamaño como en oferta. Ambas son ferias grandes, ágiles y demasiado alejadas del centro, pero la experiencia emocional en NY la viví con mayor intensidad.
Circuito del maratón en términos de belleza
PUNTO PARA LONDRES. El recorrido de NY tiene la peculiaridad de pasar por los 5 distritos que componen la ciudad. Por supuesto hay momentos excepcionales, pero la carrera se desarrolla en gran medida lejos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. En Londres, a partir de la mitad de la carrera, pisas el Londres de las postales. Merecen mención especial tanto el paso por el puente Tower bridge, con la torre de Londres y la City a la vista, que nos arrancó alguna lágrima, como la recta que nos lleva hacia al Big Ben.
Circuito del maratón en términos técnicos
PUNTO PARA LONDRES. Londres es un recorrido más rápido. Su perfil más llano lo hace mucho más favorable para conseguir una buena marca personal. Pasa por algunas calles más estrechas que pueden generar algún pequeño atasco, pero el perfil favorable compensa ampliamente este hándicap.
Organización de la carrera
EMPATE. Ambas son carreras con una organización impecable, que gestionan entre 40.000 y 50.000 participantes de manera fluida, antes, durante y después de la carrera.
Avituallamientos y voluntarios
PUNTO PARA NY. Este punto no ha sido fácil de otorgar. Ambas carreras están a muy buen nivel. No obstante, recordamos los avituallamientos de NY algo más fluidos, y a los voluntarios presentes en esos puntos con un grado de motivación, intensidad y energía absolutamente fuera de lo normal.
Experiencia en meta
PUNTO PARA LONDRES. La meta en el Central Park de NY es fabulosa y una experiencia del todo necesaria, pero nos quedamos con la llegada de Londres en Buckingham Palace y la calle repleta de banderas Union Jack. La medalla es un punto fuerte en ambos casos, pero destacaríamos de Londres la presencia de fotógrafos que permiten inmortalizar el momento en que uno acaba de recibir la medalla y conserva todavía esa sonrisa y brillo en los ojos de la emoción final.
Ambiente en las calles durante la carrera
Este es el factor más diferencial que comparten estos dos maratones respecto a cualquier otro que hayamos corrido. En ambas ciudades las calles están llenas de espectadores de principio a fin, y más que de espectadores, deberíamos hablar de animadores, porque en bastantes momentos se trata de puros hooligans (en el mejor de los sentidos) que toman las calles para aplaudir, gritar y lucir pancartas de motivación. Este es también el motivo por el que se hace tan difícil decantarse por una u otra carrera, ya que ambas sobresalen y dejan una huella imborrable….pero vamos a mojarnos!
PUNTO PARA NY…o tal vez debería decir PUNTO PARA BROOKLYN
En mi experiencia y desde la subjetividad más absoluta, los quilómetros de NY que recorren Brooklyn son la ‘crème de la crème’ en ambiente. Allí no solamente gozamos de una gran animación en las calles, si no que vivimos la ilusión, o tal vez la realidad, que esas personas nos animaban individualmente a nosotros.
Ahora ya sólo queda contestar a la pregunta que nos ha traído hasta aquí, ¿NY o London?
Cada uno podrá alcanzar sus propias conclusiones en función de a qué elementos le dé mayor importancia. Si me preguntáis a mí, después de este ejercicio de racionalización, respondo con muchas dudas que me quedo con la magia de NEW YORK.