Muchos corredores nos han presguntado a través de las RRSS: ¿Cuándo es preferible entrenar, por la mañana o por la tarde?
Bajo la premisa que no somos corredores profesionales y que seguramente tenéis que adaptar los entrenamientos según vuestros bhorarios de trabajo, estudio, ambos... hay que tener en cuenta que hay múltiples factores que os condicionen a la hora de planificar vuestros entrenos y más de decidir si realizarlo por la mañana o por la tarde. En el caso de que podáis elegir, os facilitamos unos motivos para que resolváis la encuizijada.
Para decidir cuándo queremos o debemos entrenar, antes de todo debemos tener varios factores en cuenta, uno de ellos el objetivo que queramos conseguir.
Si lo que quieres es aumentar la resistencia aeróbica -con entrenamientos largos-, hay que tner en cuenta que el rendimiento no se ve alterado entrenando por la mañana o por la tarde.
Si lo que queremos es aumentar la resistencia anaeróbica – entrenamientos de corta duración a intensidad muy elevada-, ejercicios de flexibilidad, de velocidad, de fuerza y de potencia, el rendimiento es mayor por la tarde (de las 18h en adelante). Uno de los motivos es la temperatura corporal, que por la mañana es menor. En cambio, aumenta a medida que pasa el día, lo que permite mejorar el rendimiento y además disminuye el riesgo de lesión al estar los músculos más calientes.
Si lo que queremos es ganar masa muscular, lo ideal es a primera hora de la mañana o a última de la tarde, aunque el calentamiento deberá ser más prolongado después de estar tantas horas acostado.
Si lo que queremos es reducir el porcentaje de grasa corporal, se recomienda hacerlo durante la tarde, momento en que el metabolismo comienza a disminuir, ya que con el ejercicio lo aceleraremos haciendo que continuemos con el consumo de calorías incluso después de haber entrenado. Otro motivo es la temperatura ambiental: a más frío mayor consumo de calorías.
Adecuar un entreno a una hora u otra también depende mucho de la intensidad del entrenamiento. Si es de intensidad elevada déjalo para la tarde. Por la mañana el cuerpo lleva horas en estado basal y le cuesta algo más subir de pulsaciones, por lo que la capacidad para oxigenar los músculos es menor.
A parte del rendimiento, ¿Qué más se puede conseguir entrenando a una hora u otra?
Por la mañana, constancia: entrenando a primera hora le obligará a dormir antes por el cansancio, es más difícil cancelarlo por cualquier imprevisto y estará con más vitalidad durante el día.
Al mediodía, estrés: trabajo por la mañana, la familia por la tarde (o viceversa). Entonces ¿Cuándo entrenas? Al mediodía. Si te lo tomas como obligación, entrenar al mediodía puede provocarte estrés por el tiempo que puedes entrenar durante este momento del día. Si lo haces, lo más recomendable es hacerlo antes de comer, ya que después la sangre del organismo se verá involucrada en los órganos encargados de la digestión de los alimentos. Si no has comido durante horas, toma un tentempié como mínimo hora y media antes de empezar.
Por las tardes, olvidarse de los problemas: sirve para relajarse y evadirse del trabajo. Además, se tiene más fuerza y es más difícil lesionarse aunque estará más cansado tanto física como psíquicamente y es una época del día en que cuesta más cumplir.
Por la noche, ¿insomnio?: Sí, la adrenalina generada con la actividad física puede causarlo aunque no en todo el mundo, solamente si haces un entreno con un nivel alto y si ya tienes problemas para dormir. Y si corres por la montaña, pues que deciros si vais de noche… el riesgo de lesionarse yendo a ritmo rápido es mayor que durante el día.
Según algunos estudios, el rendimiento se ve afectado según la hora del día en el que entrenes pero en un irrisorio 0,8%.
Nuestra recomendación, al fin y al cabo: ¡Entrena cuando más te apetezca y puedas!