Michael Johnson, para los que no le recuerden o no lo hayan visto, ha sido medalla de oro cuatro veces y campeón del mundo el doble de veces –ocho veces en total-. Toda la comunidad de atletas le conoce como uno de los mejores velocistas de la historia. Y no tan solo lo recuerdan por sus hazañas deportivas, también por las zapatillas que llevaba en las competiciones: unas zapatillas doradas. En los Juegos olímpicos de Atlanta, en 1996, Michael Johnson ganó las pruebas de 400m y 200m lisos (récord mundial incluido en esta segunda distancia con 19,32s e imbatido hasta Beijing 2008) con unas zapas Nike diseñadas por Tobie Hatfield. ¿Adivináis el color? En la actualidad, en McKinney, Texas, está el centro de rendimiento Michael Johnson Performance Center en donde se dedica a enseñar a la siguiente oleada de atletas su experiencia como velocista. La estrategia, los métodos, algunos “trucos” –no trampas, si no lo que hacía él para centrarse y poder salir en el momento justo para ganar-, todo lo relacionado con la velocidad y además las reflexiones y curiosidades de sus zapatillas doradas, que en este año cumplen su vigésimo aniversario.
El esprint
«Existe una estrategia que algunos no esperan. Mucha gente tiene la convicción de que si eres bueno, es simplemente porque tienes un don. Pero tal y como sucede con todos los deportes, se mejora con los años y la experiencia; este es un aspecto clave que te permite realizar una carrera que roza a la perfección. En todas las partes de una carrera, ya sea de 100m, 200m, 400m, hay ciertas cosas que los velocistas hacen en cada una de ellas. Y en cualquier punto de la carrera –en los primeros metros, en mitad, al final, justo en la salida, etc.- porque así es como tienes que correr. No hay punto, nunca, en ninguna carrera, en el que no estés pensando, ajustando y llevando a cabo una estrategia.
La mayoría tiende a ver el atletismo, y más las carreras de velocidad-, como un deporte simple: salida y correr tan rápido como puedas. Pero no están en lo cierto. Todo tiene su técnica. Y tras la técnica una estrategia –o varias por si se falla en la salida-. Los mejores jugadores de baloncesto son así de buenos porque pueden ajustar la técnica. Es lo mismo que hacen los atletas: es solo que la complejidad de otros deportes es más fácil de ver».
Sus zapatillas doradas
Michael Johnson nos cuenta con sus propias palabras las claves sobre sus zapatillas doradas, símbolo de su persona en las competiciones:
«La idea consistía en desarrollar una zapatilla según mis criterios: una zapatilla extremadamente ligera, extremadamente estable, quería que funcionara con mi pie y, específicamente con la forma en que este interactuaba con la pista en los 200 y en los 400 metros, al tomar la curva y en la recta. Y quería que fuera chula. Trabajamos durante más o menos año y medio para conseguir que esta zapatilla cumpliera todos estos requisitos. Entonces, le pregunté a Tobie Hatfield: ¿Puedes hacerla en dorado? Y dijo: "Sí, claro". No creo que pensaran que hablaba en serio. Entonces se dieron cuenta: de verdad va a llevar zapatillas doradas».