Natural running ¿Moda o futuro inmediato?

Natural running ¿Moda o futuro inmediato?

No es extraño cruzarnos con algunos runners descalzos en el Central Park de Nueva York y no deberíamos llevarnos las manos a la cabeza porque el hombre ha ido descalzo la mayor parte de la humanidad. De hecho, algunas poblaciones modernas todavía siguen sin utilizar calzado de forma habitual. Y cuando el hombre no ha ido con los pies desnudos, lo ha hecho con un mínimo calzado como sandalias o zapatillas con un tacón más pequeño que el de las modernas deportivas de running, que no se inventaron hasta la década de los setenta del siglo pasado. 

De este modo, antes vivíamos sin amortiguaciones, ni sistemas de soportes. La introducción de estas barreras protectoras hizo a nuestro cuerpo vago: como es capaz de soportar mayores impactos, ha dejado de preocuparse de cuál era la manera más efectiva de correr.

¿Cómo es una zapatilla minimalista?

Entre el barefoot, cuya traducción literal es ‘descalzo’, y el calzado atlético tradicional encontramos la zapatilla minimalista, que intenta respetar el primer concepto, aunque con una mínima protección. Desde un punto de vista más técnico y riguroso, entendemos por calzado minimalista cuando la amortiguación en la parte posterior del pie y la parte delantera es aproximadamente la misma, y no demasiado gruesa, la zapatilla debe poder torcerse y doblarse, y que no presente ningún arco de soporte rígido que impida el movimiento natural del arco del pie. O dicho de otro modo más sencillo: se trata de correr sin el soporte artificial de las zapatillas tradicionales, para dejar que el pie y las articulaciones efectúen su movimiento natural.

Las marcas apuestan cada vez más por este concepto, con diseños atractivos y variados. Tenemos buenos ejemplos con Newton, Merrell, Skora, Topo Athletic, Feelmax, New Balance, Saucony, On Running, Puma…o las curiosas  FiveFingers, una llamativa zapatilla de cinco dedos.

¿Por qué gusta correr descalzo?

  • -Trae reminiscencias de la infancia.
  • -Potencia la fuerza de los pies.
  • -Permite correr de una manera más natural y libre.
  • -Lo recomienda el aclamado bestseller ‘Born to Run’, de Christopher McDougall.

Atendiendo a estas razones, puede parecer divertido correr descalzo en la playa o sobre el césped de un jardín, pero la pregunta del millón es: ¿Y sobre una superficie dura? Si te atreves a hacerlo, lo más normal es que te duela el talón. La razón de ello es que la almohadilla del talón humano no puede amortiguar gran parte de la fuerza de impacto. En cambio, si entramos con el metatarso o con la parte delantera, este dolor desaparece. Y es que entrar de talón es un vicio que ha adquirido el hombre contemporáneo por culpa del calzado.

¿Qué dicen los estudios biomecánicos?

Algunos estudios recientes han aportado resultados favorables respecto a la salud y los beneficios biomecánicos que propician correr descalzo. Así, un exhaustivo estudio biomecánico de la Universidad de Harvard demuestra que los corredores que utilizan calzado minimalista pueden correr más fácil en cualquier superficie dura. Es más, los atletas experimentados que habitualmente corren descalzos tienden a evitar el ‘aterizaje’ de talón. También se insiste en que las partes media y delantera no generan el impacto que produce la entrada con la posterior.

Sin embargo, un estudio reciente contradice, en parte, esta versión. En la región de Daasanach, al norte de Kenia, se recogieron datos de 38 adultos. La conclusión fue que no todas estas personas que habitualmente corren descalzas prefieren entrar con la parte media o delantera del pie. No obstante, esto no contradice que entrar de la mitad hacia adelante reduce la magnitud de la carga de impacto..

Mientras la comunidad científica intenta ponerse de acuerdo, los defensores del barefoot argumentan que las tradicionales zapatillas de running modifican la forma en la que corremos y andamos, alterando la postura del cuerpo al correr y haciendo trabajar de forma poco eficiente a músculos y articulaciones.

Como todo, el natural running tiene sus defensores y detractores. Veamos los argumentos de unos y otros.

A favor

  • -Mayor cadencia y eficiencia.
  • -La absorción del aterrizaje es más gradual e instintiva.
  • -Sensibilidad y control.
  • - Las zapatillas minimalistas suelen tener amplias punteras para evitar que nuestros dedos contacten con zonas textiles, de modo que se minimizan los roces y se facilita que los pies se expandan.
  • -Obligamos a los músculos de los pies y de las piernas a trabajar para absorber el impacto, hacer la transición de la pisada y lanzar el impulso. Todo el tren inferior entra en juego, de forma que el ejercicio es más completo y el esfuerzo está más distribuido.
  • -El principio básico de acción-reacción provoca un mayor impulso y hace que los pies se levanten más.

En contra

  • -Corriendo descalzos perdemos la protección que nos dan la zapatilla frente a piedras, golpes, roces y cortes con diferentes elementos del terreno.
  • -El incremento de lesiones a causa del aumento del impacto del pie sobre el terreno y la ausencia de estabilidad por falta de sujeción: podemos sufrir dolores en el tendón de aquiles e incluso lesiones plantares.
  • -Aparición de ampollas. La piel del pie es débil, porque no la hemos curtido.
  • -Sobrecargas en los gemelos, ya que trabajan más estirados de lo que están acostumbrados.
  • -Aún hay poca evidencia científica para afirmar definitivamente que los runners minimalistas se lesionan menos.

Consejos y conclusiones

El más importante, sobre todo si uno se calza por primera vez unas zapatillas minimalistas, es adaptarse de forma gradual. Los plannings recomendados tienen un mínimo de 12 semanas, en el que se aumenta de forma paulatina la distancia de la sesión y la velocidad. También es evidente que una persona experimentada, con cierta calidad como runner, y de poco peso lo tendrá teóricamente un poco más fácil para adaptarse.

Hay que tener en cuenta que no todo el mundo es apto para el natural running. Gente que ha perdido la sensibilidad en los pies, que lleva calzado especial para protegerlos o que sufre algún tipo de deformidad, debe consultar a un podólogo antes de empezar esta nueva ‘aventura’ .

Seguro que para muchos supondría un trauma cambiar de hábitos atléticos, cuando llevan tantos años corriendo del mismo modo y con el mismo estilo de zapatillas. Pero, ¿qué pasa con las futuras generaciones? Estudios recientes hablan de la importancia de acercar el natural running a nuestros hijos. Animarles a que corran descalzos por la playa o el jardín…y quizá que las primeras zapatillas que les compremos sean minimalistas. Sólo el tiempo dictará sentencia y dirá si el natural running se convierte en algo más que una simple alternativa en nuestro calzado deportivo.

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