Os mentiría si no os digo que haciendo esta prueba me he sentido un poco extraño. Pero claro, estoy acostumbrado a correr y a probar zapatillas fabricadas para ello y de repente me tengo que poner a caminar y me encuentro con un calzado muy diferente a lo que estoy acostumbrado. Porque sí, el calzado es muy diferente. Y aunque es cierto que lo normal es pensar que para hacer marcha deportiva -caminar rápido, para que nos entendamos rápidamente- puede servir una zapatilla de running, no es lo ideal, ni mucho menos. Y eso lo he aprendido con estas Newfeel Propulse Walk 400.
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¿Y por qué no sirven unas zapatillas de Running para caminar? Pues casi por la misma razón que no sirven unas de caminar para correr. Para caminar no hay impacto y el movimiento del pie es el mismo, con lo que no hace falta que las zapatillas para caminar tengan amortiguación y sí flexibilidad. Corriendo, el movimiento se resumen en que impactamos en el suelo con cierta violencia con el talón o con la parte media del pié según la técnica del corredor, el pie de despega del suelo y acaba la transición de la pisada impulsándonos con la parte delantera. Caminando nadie entra con el medio pié, siempre taloneamos y éste está en continuo contacto con el suelo.
Ahí reside el quid de todo. Las zapatillas que tenemos delante están expresamente diseñadas para caminar de la forma más eficiente posible. El modelo que vamos analizar, las Propulse Walk 400 (59,95 euros), son las de gama más alta de Newfeel, para caminantes un poco más experimentados y que superen regularmente la hora en sus ejercicios. Para caminantes más noveles la marca ofrece también las Propulse Walk 100 (14,95 euros) y las Propulse Walk 200 (24,95 euros).
Lo primero que llama la atención es su diseño, tanto en la parte superior de la zapatilla como en la suela. Bueno, quizás más la suela incluso. En la parte superior de la zapatilla encontramos un tejido de malla de una sola pieza sin costuras (solo una para unirse a la lengüeta pero que no molesta para nada) que evita así rozaduras y ampollas en el pie. Este tejido mesh es sumamente flexible, cuenta con refuerzos para ofrecer un buen ajuste al pie y además es transpirable. En el interior de la zapatilla encontramos una plantilla recubierta de microfibra que nos ayudará a absorber el sudor con el paso de los kilómetros.
Nos ha gustado el sistema que ofrece para el atado de cordones, que ayuda a aumentar la sujeción del pie, y sobretodo que está construido de forma que nos queda ajustada como un calcetín.
Nos ponemos en marcha y lo primero que notamos es, además del comentado ajuste al pie, que se trata de unas zapatillas ligeras -no superan los 300 gramos (295 gr) en una talla 45- y muy bajitas. Esto es debido a que la mediosuela, fabricada con espuma de EVA -Etileno Vinil Acetato, un polímero termoplástico- de dos densidades diferenciadas en color azul y color gris, en la parte delantera del pie sólo cuenta con una altura de 15mm por los 30mm en la zona del talón. Notamos falta algo de más amortiguación en la parte delantera. Pero eso es, sin duda, debido a nuestro ‘vicio’ de utilizar zapatillas para correr. ¿Amortiguación sin impacto? ¿Para qué? Para nada, no la necesitamos. En cambio, son tremendamente flexibles. Al caminar, la disposición de la zapatilla con un drop (diferencia de altura de la mediosuela entre el talón y la puntera) de 15 milímetros según nuestras mediciones hace que toquemos en seguida con el talón en el suelo. Ahí la marca ha colocado una pieza de cauho (Rublast) en diferentes niveles que nos ayuda a realizar el taloneado de una forma más progresiva y aunque comentábamos que notamos en falta cierta amortiguación, sí que es cierto que para caminar, por muy deprisa que lo hagas y con cierta virulencia incluso, tienen más que de sobras gracias al trabajo que hace la mediosuela fabricada en espuma EVA de dos densidades.
En la siguiente fase de pisada Newfeel ha dispuesto una suela de caucho de color verde que acompaña el apoyo del pie y lo guía hacia la zona de impulso. Una nueva zona, negra en este caso, también escalonada como en el talón nos ayudará a la propulsión hacia adelante para facilitar la rapidez de transición. Además está reforzada para aumentar la durabilidad ya que esta zona es una de las más delicadas a la hora de caminar. En este ciclo de la pisada, si superamos ciertas velocidades, entra en juego un refuerzo para la estabilidad del pie ubicado bajo el arco plantar, el Arkstap. Se trata de una pieza de poliuretano termoplástico en la zona media del pie, que soporta al puente y evita que el pie no flexe en demasía y sea más estable.
En definitiva, si utilizamos unas zapatillas específicamente diseñadas para correr o para jugar a pádel, ¿por qué no hacerlo para caminar? Sin duda ahí Newfeel es una gran propuesta con los diferentes modelos que ofrece, como estas Walk 400 para los practicantes de la marcha deportiva más exigentes.
Puedes encontrarlas en Decathlon: http://bit.ly/1MVT2UI
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