Ya hace un poco de tiempo te hablé de las sentadillas a una sola pierna y de lo beneficiosas que eran tanto para correr como para evitar los riesgos de lesión que tienen las sentadillas normales. Ahora vamos un paso más allá y se trata de quitarnos peso de encima (te recomiendo empezar sin ningún peso extra) y añadir más velocidad al ejercicio.
Partiendo de la misma posición que las sentadillas a una sola pierna, con un pie encima del escalón o de un banco y el otro casi un metro por delante, coloca tus manos en las caderas y desciende hasta que la rodilla de atrás se acerque al suelo para después saltar tan alto como puedas. ¿Te parece fácil? Entonces enlaza 10 saltos consecutivos y valora si todavía te estás levantando del suelo.
Mi consejo es que hagas tandas de diez saltos seguidos con una pierna y después cambies a la otra. Puedes repetir esta secuencia de 3 a 5 veces por sesión e intentar añadirlo al final de alguno de tus rodajes suaves al menos dos veces a la semana. Ya verás como en poco tiempo habrás mejorado muchísimo la fuerza de tu tren inferior y sin tener que pisar el gimnasio.